La candidata demócrata a la vicepresidencia de Estados Unidos, Kamala Harris, dijo que no confiaría solo en la palabra del presidente Donald Trump sobre ninguna posible vacuna contra el coronavirus.

En un extracto de una entrevista transmitido por CNN el sábado, Harris aseguró que Trump tenía un historial de suprimir la opinión de los expertos sobre la pandemia de coronavirus y que le preocupaba que eso pudiera suceder nuevamente en el caso de una posible vacuna.

“No confiaría en Donald Trump”, dijo Harris, y agregó que estaría convencida de la eficacia de una vacuna solo si alguien creíble también lo atestiguara. “No me fiaría”.

Al menos 6,2 millones de personas se han infectado en Estados Unidos por el brote de coronavirus en Estados Unidos, que ha cobrado 187.833 vidas, según un recuento de Reuters.

Con el manejo del gobierno del peor brote de la enfermedad en el mundo bajo un fuerte escrutinio, Trump ha planteado la posibilidad de que una vacuna esté lista antes de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre en el país.

Pero Trump tiene un historial de no acatar consejos científicos y algunos expertos dudan de que los ensayos de vacunas, que deben estudiar los posibles efectos secundarios en un amplio rango de personas antes de que se pueda emitir un veredicto, logren completarse a fines de este año o incluso a principios del próximo.

Harris sugirió a CNN en la entrevista, que será emitida por completo el domingo, que Trump podría aprovechar una vacuna, sin importar que se haya probado completamente, para mejorar su imagen.

“(Trump) Está pensando en elecciones en menos de 60 días y se está aferrando a todo lo que pueda para pretender que puede ser un líder en este tema cuando no lo es”, dijo.

En un comunicado, la Casa Blanca afirmó que la sugerencia de Harris de que la política está influyendo en las aprobaciones de vacunas “no solo es falsa sino que es un peligro para el público estadounidense”.

Los comentarios de Harris se producen cuando varias farmacéuticas que desarrollan vacunas trabajan en un compromiso conjunto de no buscar la aprobación del gobierno hasta que se haya demostrado que son seguras y efectivas, reportó el viernes The Wall Street Journal.

La inusual medida se produce en medio de la preocupación generalizada de que Trump pudiera buscar presionar a las empresas para que pongan a disposición cualquier posible vacuna antes de que esté lista.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) no respondieron de inmediato a pedidos de comentarios.

 

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