Ante la polémica desatada por la temprana aprobación rusa de su vacuna contra el Covid-19, y la evaluación estadounidense sobre saltarse pasos para apurar la aprobación de la propia, así como la suspensión del ensayo de AstraZeneca, nueve importantes desarrolladores de vacunas tanto de Estados Unidos como de Europa se comprometieron a mantener los estándares científicos con los que se llevarán a cabo sus inmunizaciones experimentales.
Las compañías, incluidas Pfizer, GlaxoSmithKline y AstraZeneca, en una declaración conjunta, hicieron un “compromiso histórico (…) para mantener la integridad del proceso científico, mientras trabajan por posibles presentaciones regulatorias globales y aprobaciones de las primeras vacunas”.
El movimiento inusual de prometer seguir reglas establecidas subraya un debate altamente politizado sobre qué acción se necesita para frenar rápidamente la propagación de la enfermedad mortal y reactivar los negocios y comercios globales.
Y es que el jefe de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, en inglés) dijo el mes pasado que el proceso normal de aprobación de una vacuna contra el Covid-19 podría pasarse por alto, siempre que los funcionarios estuvieran convencidos de que los beneficios superan los riesgos, lo que provocó un llamado a la precaución por parte de la Organización Mundial de la Salud.
Los desarrolladores aún tienen que producir datos de pruebas a gran escala que muestren las infecciones reales en los participantes, sin embargo, Rusia aprobó una vacuna el mes pasado, lo que llevó a algunos expertos a criticar la falta de pruebas. El director de la china Sinovac Biotech dijo que la mayoría de sus trabajadores y sus familias ya han probado una vacuna experimental desarrollada por la firma, en el marco del programa de uso de emergencia del país.
LEG