Mireya Montero Vázquez, la joven de 28 años y madre de familia, que el martes pasado fue agredida a machetazos por su pareja en el municipio de Motul, se encuentra fuera de peligro y permanecerá en observación al menos tres días más, informó a Quadratín su tío, Enrique Montero.

La joven fue ingresa al Hospital Agustín O´Horán la mañana del martes luego de que Benjamín “N”, la atacará con un machete y le generara dos heridas en la cabeza y una más en el brazo.

Los hechos ocurrieron entre las seis y las siete de la mañana, cuando su agresor, al parecer en estado de ebriedad, llegó a su casa donde agredió a Mireya, los gritos de la pareja alertaron a los vecinos, además, de que dos de los seis hijos de la mujer salieron en busca de ayuda, por lo que se llamó a la policía municipal.

“Por la mañana empecé a escuchar gritos muy feos y ladridos de perros, no logro ver porque están dentro de su casa, a los pocos minutos dos de sus hijos vinieron a pedir auxilio, no logré salir a tiempo, cuando pude salir la policía ya estaba interviniendo y estaba la ambulancia del Ayuntamiento afuera de la casa”, refirió Vanessa Can Martín una de las vecinas.

Vanessa aseguró que los pleitos entre la pareja son constantes, sin embargo, esta vez se salió de control.

Según recuerda, fueron cerca de 10 minutos los que tardaron los Policías en detener al presunto agresor pues tenía un machete en la mano, en tanto Mireya fue trasladada al Seguro Social de Motul, pero por la gravedad de sus heridas fue trasladada a Mérida.

En entrevista para Quadratín, Vanessa indicó que luego de esto, ella y otros vecinos se organizaron para pedir ayuda, principalmente comida, para los hijos de Mireya, pues se quedaron con su abuela paterna, “pero ella tampoco es la persona indicada para cuidarlos”.

Por su parte, Enrique Montero coincidió en que esta no es la primera vez que Mireya sufre agresiones físicas, pues si bien las peleas son constantes, recuerda que hace aproximadamente seis años tuvieron que acudir a Motul para trasladarla a Mérida, pues la policía municipal la encontró durante la madrugada caminando en las calles de dicho municipio.

“Fuimos por ella, igual rescatamos a sus hijos, en ese entonces eran tres, la trajimos a Mérida, en aquella ocasión la Policía Municipal la encontró llorando en la calle porque no vendió todas las tortas que diario sale a vender, y les dijo a los policías que no quería regresar a su casa porque la iban a maltratar”.

Según recuerda, dos días después decidió volver a Motul con su agresor, pese a no estar de acuerdo, respetaron su decisión.

Por ahora esperarán a que termine el periodo de observación para poderla llevar a casa “nosotros queremos hablar con ella, porque ya no es sano que esté ahí, haremos lo que esté en nuestras manos, por ahora ya fueron también a ver cómo están sus hijos”.

El presunto agresor se encuentra a la espera del proceso correspondiente.

 

PAL