La industria de viajes y turismo espera pérdidas por casi 230 mil millones de dólares y la destrucción de 12.4 millones empleos en América Latina y el Caribe este año por la pandemia del coronavirus, dijo a Reuters la presidenta del Consejo Mundial del Viaje y el Turismo (WTTC, por sus siglas en ingles).
Desde el inicio de la epidemia, el sector se ha visto afectado por la menor demanda de viajeros, pero también por las restricciones implementadas a nivel global para contener la propagación del virus que ha dejado casi 28 millones de infectados y unos 900 mil muertos en el mundo.
El golpe afectaría a unos dos tercios de los empleos y de la actividad del turismo regional este año, según datos del WTTC, el principal foro del sector turístico privado en el planeta. En 2019, la actividad de la industria en América Latina y el Caribe ascendió a 358,000 millones de dólares.
“No hay país que escape de la afectación”, dijo Gloria Guevara, presidenta del WTTC, en una entrevista con Reuters esta semana.
Sólo en México, el destino latinoamericano que más turistas recibe, los perjuicios por el menor movimiento de viajeros ascenderían a 129,000 millones de dólares al cierre del año, un 66% menos que en 2019, con una pérdida cercana a cinco millones de empleos, un 69% de la fuerza laboral del sector local.
“Es realmente un gran impacto”, agregó Guevara, quien dijo que la industria en el país ha alertado sobre la falta de apoyos gubernamentales, entre ellos, la exención del pago de algunos impuestos mientras dura la epidemia que ha dejado más de 69,000 muertes y la peor crisis económica en casi 100 años en el país.
A nivel global, el coronavirus amenaza con generar pérdidas en la industria este año por 5.5 billones de dólares y una reducción de 197.5 millones de puestos de trabajo, de acuerdo con el WTTC.
Guevara aseguró que el sector enfrenta una falta de protocolos estandarizados para cuando abran las terminales y fronteras aún cerradas, como la aplicación de pruebas rápidas en aeropuertos, que den certidumbre a los turistas y ayuden a acelerar la recuperación.
“Desafortunadamente ha habido muy poca coordinación internacional”, se lamentó. “Nosotros creemos que la recuperación podría ser en 18 meses si se lleva a cabo esta colaboración y se toman las medidas adecuadas; si no, el promedio va a ser fácilmente de unos tres o cuatro años”.
DAMG