Gibrán Ramírez, uno de los aspirantes más jóvenes a la dirigencia de Morena con apenas 30 años quiere dejar un cargo internacional ante la “necedad” de unos de mantenerse en la cúpula del partido.

En entrevista con 24 HORAS, afirmó que sus contrincantes del partido carecen de un proyecto cuando se necesita una organización “potente” para enfrentar a los gobernadores que han salido de la Conago para interferir en la revocación de mandato de 2022. La tarea es mantener a Andrés Manuel López Obrador en el cargo de Presidente.

Eres secretario general de la Conferencia Interamericana de Seguridad Social (CISS), el Presidente dice que los que quieran puesto se vayan al mercado, ¿para qué quieres otro cargo?

-No me importa el cargo, me importa el encargo de ganar con gente decente la batalla de 2021 y el revocatorio de 2022.

2021 lo vamos a ganar, pero hay que cuidar la decencia de candidatos que promovamos porque si no podemos sembrar un camino de traidores. Va a haber una unidad de las derechas al salirse unos gobernadores de la Conago, y debemos tener una organización potente para mantener al Presidente al frente del gobierno mexicano.

Si viera en mis compañeros un programa, de vivir en los pueblos, ni me pasaría por la cabeza representarlo. Traen una necedad de seguir mandando y desacreditar a los jóvenes.

¿Cómo sería este órgano de aplicación de encuestas?

-Tendría que ser un aparato permanente integrado por actuarios, matemáticos, sociólogos, demógrafos y quizá antropólogos. Una vez realizada esta convocatoria, tienen que aprobarse los perfiles por el Consejo Nacional, pero sin nombres porque una vez que se conoce quién va a realizar las encuestas, empiezan a haber presiones. Tiene que ser una votación a ciegas.

Tuvimos unos compañeros que habían acompañado a Andrés Manuel López Obrador, tenemos que reconstruir ese aparato porque ya vimos que fue insuficiente en 2018, esas insuficiencias no fueron conflicto salvo el caso de la Ciudad de México (cuando Ricardo Monreal perdió frente a Claudia Sheinbaum), pero no terminó de estallar porque estaba López Obrador. Ahora ya no está, ya dijo que no será jefe de partido.

¿Cuál sería la función del observatorio de gobiernos locales?

-Hay que hacer señalamientos en los medios de comunicación para construir una autoridad moral, pero se trata de hacernos responsables de los que ganaron con las siglas de nuestro partido. Hay gente que podría traicionar el programa y principios del partido, en ese caso a quienes son militantes -muchos no lo son- hay que expulsarlos, y quienes no lo son hay que impedirles la reelección.

Hay que presentar las denuncias ante Función Pública y en casos graves de corrupción ante la Fiscalía. A mí me gustaría como presidente de partido cuidar la credibilidad.

¿Por qué no contemplarías al Gobierno federal en este observatorio?

-Tiene que haber prioridades institucionales y el Gobierno federal está vigilado por todos los ámbitos, medios de comunicación. Me gustaría que los cargos electos en territorio imitaran al Presidente. No lo incluí, ni siquiera lo había pensando porque platicando con los compañeros de los estados me di cuenta que el principal desencanto con el partido está en la gestión local, particularmente la municipal.

Los miembros del gabinete no son militantes de Morena, no fueron electos sino el Presidente los seleccionó. No le podemos reclamar a los que no fueron electos.  Desde luego entre quienes son militantes podría haber un apercibimiento.

Buscas impulsar agenda de género en la Secretaría de Mujeres, ¿cómo hacerlo cuando el principal representante del partido, que es el Presidente, es reacio a esos temas?

-Justamente ha sido un vacío en el discurso del Presidente y por eso tenemos que asumirlo como partido. Nos corresponde estar en contacto con los dolores sociales y convertirlos en demandas y propuestas de solución política. Grupos de feministas ha intentando empujar  la despenalización del aborto en diferentes estados, había algún intento de hacerlo de manera simultánea, y me dijeron que ni las diputadas de Morena han aceptado porque todas veían costos en su carrera política.

Es abrir un espacio para que las mujeres que traen esa lucha politicen hasta donde quieran y tengan un respaldo partidario.

Tras los acuerdos de unidad de 2018, donde se sumaron priistas, perredistas y panistas a Morena, ¿cómo quedará el padrón?, ¿se va a limpiar?

-Los acuerdos de unidad originalmente fueron concebidos para sumarse a la campaña de López Obrador, aunque es cierto que apenas algunos los han esgrimido como prueba de militancia; por ejemplo, Antonio Attolini, firmó uno de los acuerdos de unidad, y la Comisión de Honestidad de Justicia le reconoció la militancia. Ese es un asunto para la cúpula de Morena para poder acreditar la candidatura de Porfirio Muñoz Ledo.

Todos los padrones son un desastre, el que está ante el Instituto Nacional Electoral (INE) es el de fundadores, por eso sólo estamos Yeidckol Polevnsky y yo. Tienen que ser depurados.

¿Pondrías a revisión el estatuto?

-Sí, después de la elección. Tuvimos problemas para fundar el partido, íbamos corriendo pero nos amarrábamos las agujetas. Hay falta de rigor técnico en el padrón, hay que revisarlo como muchas cosas que hicimos a prisa, como los estatutos.

¿Promoverías alianzas para la elección de 2021?

-Siendo una atribución del Consejo General, lo que haría sería pedir al consejo que delegue esa facultad a la gente. Hacer una consulta para saber la política de alianzas, con quién sí y con quién no. No lo debería decidir una cúpula porque es el militante de abajo el que lo padece. En Quintana Roo y Chiapas me ha tocado ver gente dolida por el Verde.

¿Por qué consideras que tus contrincantes sólo traen anuncios publicitarios?

-Somos los únicos que hemos hecho propuestas. Sintieron la necesidad de poner propuestas que han dicho en entrevistas, pero sólo piensan en el decálogo de Mario Delgado, que trae convertir a los comités de protagonistas del cambio verdadero en comités de defensa de la cuarta transformación. Me parece muy graciosa la respuesta porque es cambiarle el nombre a los comités, como si los compañeros no supieran que ahora el compromiso es defender la cuarta transformación. No es una propuesta programática.

¿A quién ves como el rival más fuerte?

-Mario es el puntero por la exposición mediática, tiene la responsabilidad de dirigir la bancada más importante de la izquierda en la historia del pluralismo, quizá la bancada más poderosa, no sólo por el número. Quizá por la experiencia del decano en política, Porfirio Muñoz Ledo, podría pensarlo como puntero.

Habrá que tener claros los criterios que las casas encuestadores le van a proponer al INE, va a contar más la opinión favorable, los conocimientos, si habrá una pregunta de intención para dirigir a Morena, hay varios detalles.

¿Confías en que el INE organice la elección?

-El INE es muy solvente técnicamente. No creo que el INE tenga un candidato pero debemos tener una sana desconfianza, el sistema político mexicano y particularmente electoral se construyeron bajo la desconfianza. Seguramente habrá encuestas espejo que realicen otros aspirantes, y con eso bastará para auditar la calidad del ejercicio.

¿Realizarás encuestas espejo?

-No lo sé, no sé si nos alcanza pero si no nos alcanza podría convocar al resto de los aspirantes que se han postulado y tienen un interés. Somos 51, seguramente que a la segunda ronda pasaremos seis, confío pasar a esa ronda. Una vez ahí podrían hacerse acuerdos para encuestas espejo.

¿Cuál es el apoyo que traes?

-El apoyo de la gente que nos organizamos en estos meses de pandemia, 12 mil según el último corte que recuerdo.

¿De dónde sacas para hacer campaña?

-Los compañeros ponen patios y sillas. Mi gasolina y hospedaje lo pago yo, me estoy echando mis ahorros en ello.

¿Cuánto ganas en la CISS?

-Son como 150 mil pesos netos. Redujimos el salario que estaba antes en 320 mil pesos y con apoyos alimentarios, gasolina, una obscenidad.

¿Qué destacas además de las reducciones de salario?

-Un área de investigación con 30 integrantes, antes había una persona nada más. Aspiro a construir un programa progresista de bienestar. Era una institución muerta, no sé para qué funcionaba. No publicaba, no hacía cooperación y estaba consumiendo el presupuesto, gastando en consultoría, ahora contratamos personal para hacer investigación, hacemos colaboración y acuerdos con países para que colaboren con experiencias exitosas.

¿Cuántas personas de la CISS te llevaste a tu campaña?

-Una, Daniela Pacheco que está en prensa y pidió vacaciones, y dos personas aquí en la Ciudad de México, me parece que están por licencia sin goce de sueldo.

¿Mantendrás colaboraciones en medios y cuánto percibes por ellas?

-No continuarían, participo en Milenio, Televisa y Canal Once. He de recibir 30 o 40 mil pesos, más lo de Canal Once que debe ser menos que eso.

FRASE
“Podría quedarme en la CISS muy tranquilo, pero lo que urge está en el partido”

LEG