La presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Rosario Piedra Ibarra sostuvo esta mañana una reunión de trabajo con la comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, con la intención, dijo, de explicar los ataques y calumnias que se promueven “con pretexto de las tomas de nuestras oficinas con claros intereses políticos”.
La ombudsperson nacional también destacó el trabajo que se ha realizado durante su gestión, el número de recomendaciones que han emitido, y rechazó que existan gastos onerosos del comedor en la sede de la CNDH en la calle Cuba 60 en el Centro Histórico de la CDMX.
“Cabe destacar que de enero hasta el 13 de septiembre se han recibido 86 quejas relacionadas con violencia de género, y el 25 de junio se emitió dos recomendaciones la 10/2020 y la 11/2020 dirigidas a los gobernadores de Tabasco y Quintana Roo sobre las deficiencias que vulnera los derechos humanos de las mujeres privadas de la liberad en los centros penitenciarios de dichas entidades”.
“Se ha dicho que no trabajamos, y frente a ello quiero destacar que se han emitido a la fecha 43 recomendaciones, de la cuales cinco son por violaciones graves, en comparación con la administración anterior, para estas alturas se habían emitido 57 recomendaciones, 14 más de las que tenemos ahora”, dijo Piedra en la reunión virtual con legisladores.
La presidente de la CNDH destacó que están “trabajando muy duro” con las víctimas para no tener sólo muchas recomendaciones, sino que reflejen lo que las victimas requieren y que además se cumplan cabalmente.
Reiteró que las puertas de la Comisión están abiertas, y a quienes ocupan sus oficinas, que no son el enemigo a vencer sino sus aliados.
Sobre la información que difundió sobre el comedor de la sede en Cuba 60, Piedra Ibarra puntualizó que no trabajan chefs, sino trabajadores despedidos injustamente del Instituto de Educación Media Superior (IEMS) hace cinco años.
“Se servían diariamente en 30 y 50 comidas, algunas de las cuales se ofrecían también a quienes acudían por algún trámite o petición; el menú era como el de cualquier hogar de la clase media: sopa de pasta, arroz, frijoles y guisado, aguas frescas, nada de comida gourmet, y lo que se presentó como cortes finos no eran bistec de res, de cerdo y chamberete, lo que comía yo, era exactamente lo mismo que comía el personal de limpieza y vigilancia”, indicó.
Lo que se exhibió como exceso, aseveró, era el total de alimentos de un mes, que justo recibieron el día anterior a la ocupación, el gasto promedio mensual para servir entre 30 y 50 comidas al día es de 30 mil pesos, dijo.
fahl