Un equipo de investigadores chinos descubrieron una muestra de esperma animal de hace unos 100 millones de años.
El estudio fue publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B y en ella se explica que en una pieza de ámbar se encontraron 39 ejemplares de pequeños crustáceos llamados ostrácodos.
Algunos de ellos quedaron atrapados en la resina al momento del apareamiento y sus órganos quedaron expuestos.
Este descubrimiento podría proporcionar información invaluable sobre la evolución de las especies.
Los investigadores reconstruyeron imágenes tridimensionales de las partes blandas de un macho y hembra y el ámbar los perseveró en muy buen estado por lo que pudieron encontrar los “espermatozoides gigantes” en los órganos reproductores de la hembra.
“Esta es la primera vez que se encuentran espermatozoides gigantes de ostrácodos en fósiles” de esos artrópodos del periodo Cretácico, destaca el documento. La longitud del material genético “era al menos un tercio de la extensión del cuerpo del ostrácodo”, agregaron los investigadores.
Finalmente en el estudio se descubrió que los ostrogodos contemporáneos se aparean igual que sus antepasados por lo que el comportamiento reproductivo y sus características morfológicas no han cambiado desde hace 100 millones de años.
ica