Marcela Alemán se amarró en una de las rejas de la Secretaría de Gobernación (Segob), en demanda de justicia por su hija Lía en 2017 fue abusada por las docentes y una psicóloga del colegio, ubicado en Rioverde, San Luis Potosí.
El 2 de septiembre se ató en una silla dentro de la sede de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en el Centro Histórico que fue tomado por un grupo de mujeres activistas.
“Venimos por justicia, no vengo por becas, ni dinero. En San Lis Potosí todos han pasado por encima de nosotros, mi hija -de cuatro años- hizo la identificación de sus violadoras y a conveniencia de ellos han desacreditado el caso”, manifestó a 24 HORAS.
Este viernes acudirá a la Suprema Corte de Justicia a partir un pastel simbólico por el cumpleaños de la pequeña, añadió que el caso está en la SCJN y tiene la esperanza que se retome el tema y lo revisen con lupa todas las omisiones que han ocurrido.
Recordó que los implicados son: María de Teresa de Jesús R. G. e Ivette del Carmen M. Z, pero solo María de Teresa de Jesús fue procesada y posteriormente liberada porque las pruebas no estaban claras.
Comentó que funcionarios de la Segob la canalizaron con un licenciado y quedaron de llamarle este viernes, añadió que quiere confiar en ellos.
Por otra parte, la secretaria Olga Sánchez Cordero presidio la segunda reunión con representantes de colectivos de mujeres, madres y víctimas de violencia de género que permanecen desde el 2 de septiembre en las instalaciones de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
Acompañada por la presidenta de la CNDH, Rosario Piedra, la titular de la Segob rechazó cualquier abuso de poder y acto de violencia contra las mujeres.
“Tenemos atribuciones y tenemos funciones en la ley, en la Constitución, pero sin duda alguna tenemos una corresponsabilidad con las mujeres víctimas de violencia, y esa corresponsabilidad nos lleva a actuar como Estado en su conjunto”.
fahl