Seguramente la Mañanera de hoy servirá para resaltar el dudoso “éxito’’ de la rifa-no-rifa-del-avión-no-avión, que para fines prácticos, sigue en el aeropuerto de la Ciudad de México.

En las redes sociales hubo muchos ejercicios matemáticos que cuestionaban, con las cifras oficiales, si no es que el Gobierno salió perdiendo en este lance.

Perdiendo porque, de acuerdo a estos ejercicios, el Gobierno habría puesto más o menos 89 millones de pesos para completar los 2,000 millones de los premios.

Es decir, que la venta de los boletos menos el pago del 8% de las comisiones a los vendedores -no incluye a los magnates que supuestamente le iban a invertir-, habría sido insuficiente para considerar negocio la rifa-no-rifa.

Y perdiendo porque al final de cuentas, el avión, símbolo de los derroches y la corrupción del neoliberalismo, sigue generando cargos a la hacienda nacional.

La idea era vender los 6 millones de boletos, que generarían una ganancia de mil millones de pesos; estos se utilizarían, primero, para dotar de agua y drenaje a las comunidades más pobres del país.

¿No me cree? Ahí están los videos de todas las giras en las que el Presidente prometió servicios a cargo de la venta de la aeronave.

De los 3 mil millones soñados, 2 mil serían para pagar los 100 premios de 20 millones de pesos y mil millones para los servicios a las comunidades pobres.

Después se cambió el guion se dijo que mejor sería para la compra de material médico en estos tiempos de pandemia.

Todo bien hasta ahí.

Pero no se vendieron los 6 millones; la venta de los boletos fue del 71%, aproximadamente, con lo que los hospitales tendrían que rezarle al santo de su devoción para que, entre los billetes premiados figurara uno de los muchos que les regaló el Gobierno.

Salvo dos hospitales, el resto de los nosocomios públicos tendrá que esperar otra rifa u otro avión.

¿Cuál será la explicación que escucharemos hoy?

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No sabemos si lo que hizo Morena es o no un delito electoral; si no lo es, debería serlo.

Un día antes de que venciera el plazo para conseguir las poco más de 1.8 millones de firmas que se necesitaban para solicitar al Congreso la realización de una consulta ciudadana, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que solo llevaban 800 mil.

Por eso adelantó que él sería quien solicitaría la consulta para determinar si se juzga o no a los expresidentes, de Salinas a Peña.

Un día después de esa declaración, Morena sale a presumir que había reunido más de ¡2 millones de firmas!, lo cual es a todas luces falso.

Mire, tan sencillo que es de comprobar.

En las mesas receptoras de algunas alcaldías de la CDMX, montadas por Morena, los encargados literalmente se dormían ante la falta de afluencia.

Para reunir esa cantidad de votos en 24 horas, habrían sido notorias las filas de ciudadanos no solo en la capital del país sino en todo el territorio nacional y los testimonios gráficos demuestran lo contrario.

Si Morena cuestiona que en los tiempos del PRI votaban hasta los muertos, no es ahora distinto por más que quieran marcar una diferencia, aunque sea de saliva.

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La gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich encabeza la lista de los mandatarios estatales con el mejor porcentaje de aprobación.

De acuerdo con la última encuesta realizada por la empresa Massive Caller, la sonorense tiene una aprobación del 65.4%, la mejor calificación entre los 32 gobernadores.

El segundo lugar es para el gobernador de Yucatán, Mauricio Vila Dosal, con una aprobación del 61.3%.