El turismo regresa paulatinamente a Quintana Roo, gracias a que el Aeropuerto Internacional de Cancún, considerado el segundo más grande de México y el que más operaciones internacionales tiene en América Latina, se posiciona en la “nueva normalidad” como uno de los más seguros y de los mejores preparados para recibir a los turistas nacionales y extranjeros.
Luego de los trabajos realizados por la constructora española Grupo Aldesa, las Terminales 3 y 4 hoy cuentan con el espacio suficiente y las condiciones necesarias para respetar las medidas de distanciamiento social que se exigen en todo el mundo debido a la crisis sanitaria por la pandemia de Covid-19, que provocó por más de dos meses la cancelación de casi 80 de conexiones aéreas hacia este destino.
Tras una inversión de 3.412 millones de pesos, este inmueble reforzó su operatividad e incrementó su capacidad a 31 millones de pasajeros – tanto nacionales como internacionales- al año, 48 por ciento más que en el proyecto inicial; como beneficio adicional, en el actual escenario que se vive por la contingencia, los amplios espacios de sus terminales y las tecnologías implementadas para sus labores, permiten que la afluencia de usuarios se realice con todas las medidas de seguridad pertinentes.
Por ejemplo, ahora la T4 consta de 11 edificios de dos niveles de doble altura y una entreplanta, además de un área comercial y una zona de restaurantes. Para comodidad de los usuarios, también cuenta con 80 mostradores más de documentación, 36 mostradores de migración, 10 filtros de seguridad, 18 puertas de embarque, cinco carruseles para recolección de equipaje, ocho bandas de reclamo de equipaje y tres mil 121 asientos en sus salas de última espera.
Además, esta terminal de 80 mil metros cuadrados de extensión, es la única con certificación LEED Plata en México, gracias a sus eficientes sistemas de aire acondicionado, de iluminación natural y artificial y de reutilización del agua pluvial, entre otros aspectos de reingeniería.
“Durante aproximadamente cuatro años en los que se trabajó en la Terminal IV, se construyó una plataforma comercial, rodaje conector, estacionamiento, áreas verdes, entre otras áreas”, aseguró Arturo Bañuelos, director de la división de administración de proyectos y desarrollos de JLL México, firma´que también participó en la ampliación y remodelación de la obra.
Con la llegada del coronavirus, este aeropuerto reportó la disminución de más del 80 por ciento de sus operaciones, así como el tránsito de pasajeros; sin embargo, gracias a su infraestructura y capacidad operativa, repuntó la demanda de los servicios aéreos desde junio, cuando el semáforo naranja rompió el confinamiento y permitió la reapertura al turismo; el año pasado reportó 400 operaciones diarias.
Cancún permaneció cerrado por meses, lo que ocasionó al sector pérdidas de aproximadamente mil millones de dólares; aunque en las últimas semanas, el turismo se ha posicionado nuevamente como actividad esencial debido a su gran impacto sobre la economía de la región.
Al igual que los hoteles, el Aeropuerto de Cancún ocupa un lugar vital para este sector, ya que “de cada 10 pesos que se producen en el estado, más de cinco proviene de este sector”, según el gobernador del estado, Carlos Joaquín Gonzalez.
En enero de 2016, la responsabilidad de la ampliación y remodelación del aeropuerto recayó en la multinacional Aldesa, quien se encuentra entre las principales empresas constructoras en el país. Esta obra representó una importante fuente de empleo para los mexicanos por sus más de cinco mil plazas laborales.
De acuerdo con el concesionario Aeropuertos del Sureste (Asur),el Aeropuerto de Cancún tiene conexión aérea con 31 países y 103 destinos en Europa, Norte, Centro y Sudamérica y el Caribe, con un total de 54 aerolíneas; el flujo de turistas a este destino del Caribe mexicano, principalmente proviene de países como Estados Unidos, Canadá, Perú, Colombia, Cuba y España.