Las fuerzas de seguridad bielorrusas detuvieron a decenas de personas el sábado en unas multitudinarias manifestaciones en el centro de Minsk, donde una vez más se acusó al presidente Alexander Lukashenko de manipular las elecciones del mes pasado.

Un grupo de mujeres coreó “Nuestra presidenta es Sveta”, refiriéndose a la líder opositora Sviatlana Tsikhanouskaya, que, según las denuncias de fraude, se impuso en la votación.

Bielorrusia, una ex república soviética estrechamente aliada con Rusia, se ha visto sacudida por protestas callejeras desde que las autoridades declararon a Lukashenko ganador de los comicios por abrumadora mayoría.

Lukashenko, que lleva 26 años en el poder, ha negado una adulterar las elecciones del 9 de agosto y cataloga como una campaña de difamación occidental las acusaciones de la oposición sobre arrestos masivos y violaciones de derechos humanos.

El sábado, un video subido a las redes sociales mostró a un oficial enmascarado arrancando una bandera roja y blanca de las manos de Nina Baginskaya, una activista de 73 años que se ha convertido en una figura central en las protestas desde que se enfrentó con la policía el mes pasado.

En las imágenes, la policía arrastra a Baginskaya hacia una camioneta, aunque medios locales dijeron que más tarde fue liberada.

Los manifestantes han utilizado la bandera roja y blanca adoptada por Bielorrusia tras la desintegración de la Unión Soviética en 1991, antes de que Lukashenko restaurara la versión soviética cuatro años después.

Seis periodistas fueron detenidos en la concentración del sábado, pero liberados de inmediato, según la Asociación de Periodistas de Bielorrusia.

 

ica