“Pareciera que el calvario nunca termina. Yo creía que, una vez que fuera sentenciado, podríamos retomar nuestras vidas y dar vuelta a la página. Hoy temo porque el violador de mi hija, un depredador, regrese a las calles de Aguascalientes”, expresó la madre de una de las dos víctimas de Francisco Javier Hinojo Alonso.
Él está hoy en prisión por violación, abuso sexual y corrupción de menores en contra de dos mujeres en 2010, que en ese año tenían 16 y 17 años.
En abril de 2018 fue sentenciado a 36 años de cárcel y actualmente su hermano Felipe Hinojo Alonso, líder de la Unión Campesina Democrática de Aguascalientes y quien se promueve como alto comisionado de las Naciones Unidas, intenta liberarlo bajo el argumento de que, durante su proceso, el sentenciado fue víctima de tortura.
Casi dos años y medio después de que concluyó el proceso judicial, el familiar del ahora sentenciado, quien nunca denunció actos de tortura en su contra y que confesó los hechos, además de existir 80 pruebas en su contra, entre ellas videos y fotografías del abuso, pretende echar abajo la sentencia.
Ahora las víctimas y sus familias viven con miedo de que Francisco Javier Hinojo pudiera salir libre, ante la presión mediática ejercida por su hermano.
LEG