Evidentemente que todos los pronósticos que había sobre el comportamiento de la economía, de México y del mundo, que se tenían a principios de este año fallaron.

Era imposible incorporar a las estimaciones una pandemia que sorprendió al mundo con una extensión tan acelerada y de consecuencias tan mortales como la de la Covid-19.

Es todavía difícil poder hacer cálculos de cual seguirá siendo el impacto del SARS-CoV-2 ante la posibilidad real de rebrotes importantes, en combinación con el frío y la influenza en el hemisferio norte del planeta.

Lo que sí se puede incorporar a las estimaciones, es la capacidad humana que tendrán las sociedades y sus Gobiernos para recuperarse del impacto económico de la pandemia.

Hoy empezamos el cuarto y último trimestre de este 2020, un año de terror. Hoy nos faltan muchos que han muerto por la enfermedad, no son pocos los que perdieron su trabajo y siguen sin encontrar una forma de recuperar el ingreso y no hay nadie que pueda decirse inmune a los efectos de lo que hemos vivido en este año.

En estos días del lapso octubre-diciembre conoceremos los datos del rebote económico tras el fondo que tocamos durante el segundo trimestre. Serán datos que se puedan prestar a la manipulación política y para que nos digan que estamos en el camino de la recuperación.

Pero justamente la actividad económica que muestre México durante estos últimos tres meses del año, podrán marcar la velocidad de la recuperación. Lo cierto es que no hay muy buenas expectativas.

Las estimaciones de los principales analistas es que el Producto Interno Bruto mexicano tenga un retroceso de entre 9 y 10% durante todo 2020, eso implica que no será tan vigoroso el rebote, en forma de “V”, como presume el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Y sí, por el contrario, puede ser este último trimestre uno que muestre un deterioro de muchos indicadores financieros que adelanten que 2021 puede ser uno de bajo crecimiento y preocupaciones macroeconómicas.

En este trimestre conoceremos el resultado final del paso por el congreso del paquete económico de López Obrador, sabremos cuánto quieren ingresar y cuánto quieren gastar. Veremos la reacción de los mercados ante los planteamientos de reasignación del gasto.

En esta parte final del año habremos de tener claro que México está en el camino de ser uno de los países que más lenta recuperación habrá de tener.

Este cierre de 2020 será la antesala de consecuencias serias en los mercados, como una posible degradación crediticia, con todo lo que esto implica para las finanzas públicas.

Es pues, la última parte del año en la que hay que mantener todos los cuidados sanitarios, en los que hay que cuidarse de las bajas temperaturas y las enfermedades respiratorias y donde hay que preparar las finanzas personales para una crisis económica que no pinta que será de corta duración.

 

                                                                                                                                                @campossuarez