El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, advirtió este jueves sobre un reciente retroceso en contra la igualdad de género y los derechos de las mujeres e instó a las personas a combatirlo, en momentos en que Estados Unidos critica a China y al organismo mundial por “el asesinato de millones de recién nacidas”.
Los líderes mundiales, incluido el presidente chino Xi Jinping y el mandatario francés Emmanuel Macron, participaron el jueves en una reunión virtual de la Asamblea General de la ONU sobre una histórica conferencia de mujeres de 1995 de Pekín, donde la en ese entonces primera dama de Estados Unidos Hillary Clinton declaró que “los derechos de las mujeres son derechos humanos”.
Si bien Guterres no especificó sus críticas sobre los derechos de las mujeres, afirmó: “Ahora es el momento de rechazar el retroceso… Los derechos humanos y las libertades plenas de las mujeres son fundamentales para la paz y la prosperidad en un planeta saludable”.
En la conferencia de Pekín en 1995, 189 países acordaron dar prioridad a la “participación plena e igualitaria de la mujer en la vida política, civil, económica, social y cultural a nivel nacional, regional e internacional, y a la erradicación de todas las formas de discriminación por motivos de género”.
En una declaración en video para ser transmitida en la reunión del jueves, la secretaria de Educación de Estados Unidos, Betsy DeVos, criticó a Venezuela, Cuba, Irán y China por su trato a las mujeres.
“Desde 1995, el Partido Comunista de China ha sido responsable del asesinato de millones de recién nacidas a través de brutales controles de población a escala industrial. Desafortunadamente, con el apoyo de agencias de la ONU”, dijo DeVos. “Hacemos un llamado a la ONU para que deje de ignorar y permitir estas atrocidades”.
La ONU y la misión de la ONU de China no respondieron de inmediato a una solicitud de comentarios.
Muchos diplomáticos han lamentado que el mundo tenga ahora dificultades para acordar una declaración firme sobre las mujeres. Un punto principal de controversia en los últimos años ha sido el lenguaje internacional acordado desde hace mucho tiempo sobre la salud y los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.
“En 2020, la Declaración de Pekín no tendría ninguna posibilidad de ser adoptada”, dijo Macron.
“Los avances logrados con grandes esfuerzos se están socavando incluso en nuestras democracias, comenzando por la libertad de las mujeres para controlar sus propios cuerpos, y en particular el derecho al aborto”.
El gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha liderado un esfuerzo en Naciones Unidas contra la promoción de la salud y derechos sexuales y reproductivos de las mujeres porque lo ve como un estatuto para el aborto. Se ha opuesto a ese lenguaje en las resoluciones de la ONU.
Trump dijo a los líderes mundiales en la ONU la semana pasada que su administración está promoviendo “oportunidades para las mujeres” y “protegiendo a los niños por nacer”.
El encuentro del jueves se produce después de la reunión anual de líderes mundiales de la ONU de una semana, que terminó el martes y se celebró de manera virtual debido a la pandemia de coronavirus. Unos 190 países hablaron, de los cuales solo nueve estuvieron representados por mujeres.
PAL