Ni cambiando la pregunta la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) borrará el histórico y controvertido fallo mayoritario (6-5) con el que se “constituicionalizó’’ la consulta promovida por López Obrador en contra de los expresidentes de Salinas a Peña Nieto.

Desde el 7 de octubre de 1998, cuando la Corte resolvió una controversia de tesis entre dos Tribunales Federales y decretó constitucional el cobro de intereses sobre intereses (conocido como anatocismo), no se había generado un debate nacional sobre la autonomía del máximo tribunal.

Lo que espanta no es la decisión en sí -previsible-, sino los argumentos de quienes son los garantes del cumplimiento de la Constitución y sus leyes.

Más aún, cuando su presidente, Arturo Saldívar, asume una posición política en un tema puramente jurisdiccional.

“No se viola la presunción de inocencia ni hay efecto corruptor en el proceso. La consulta no expone a nadie como culpable’’, dijo.

El presidente de la Corte argumentó que era “falso que la consulta genere una exposición mediática estigmatizante’’.

Debió haber visto las reacciones en las redes sociales de quienes estaban a favor de la consulta, sobre todo después del fallo a favor, para reconsiderar sus palabras.

Si en ese momento los enjuiciables hubieran estado en el Zócalo, habrían sido linchados por el pueblo bueno al que no se le negó su participación en la política o que se le acercó, como dijo el mismo ministró, “al diseño de la política criminal’’.

El fallo de la Corte marcará un precedente.

Si el pueblo bueno y sabio puede opinar sobre justicia, también puede -y debe- opinar sobre impuestos, sobre el presupuesto, sobre los fideicomisos, sobre resultados electorales y sobre aumentos salariales.

O por el tema que usted quiera al fin que el ministro Saldívar ya dijo que la Corte no “debe ser la puerta’’ que cierre el paso a la participación ciudadana, aunque ello contravenga la Constitución.

¿Contrapeso de poder?

Ajá.

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Si como dijo Saldívar “es falso que la justicia genere una exposición mediática estigmatizante’’, ¿por qué decidieron eliminar de la pregunta los nombres de los ex presidentes?

Ahora lo que aparecerá en la boleta, si es que se realiza la famosa consulta pues sin el nombre impreso de los villanos favoritos el ejercicio pierde atractivo, es un cuestionamiento cantinflesco, ambiguo.

“¿Estas de acuerdo o no en que se lleven a cabo las acciones pertinentes, con apego al marco Constitucional y legal, para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos, encaminado a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas?”.

Habrá que precisar que pese a la declarataria de constitucionalidad de la consulta y el cambio de la pregunta, falta aún que el Senado vote si debe llevarse a cabo; después serían los diputados los encargados de votar y si el Congreso dice que sí, entonces el proceso pasa al Instituto Nacional Electoral que deberá realizarlo el primer domingo de agosto del 2021.

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Cincuenta y dos años se conmemoran hoy de aquel movimiento del 2 de octubre que tiñó de rojo al país.

Con ese motivo, ADN-40 presentará, en un ejercicio de libertad y estado de derecho, el testimonio y análisis de Luis Pazos ofrece un análisis propio y distinto al que se conoce.

Pazos fue líder estudiantil y sus revelaciones agregan una nueva luz sobre los orígenes del conflicto y de sus principales actores.

No puede perdérselo: “Tlatelolco, la otra historia’’.

LEG