El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, abandonó el lunes el hospital militar donde se encontraba internado tras ser tratado por COVID-19, pese a una ola de infectados por la enfermedad en la Casa Blanca a cuatro semanas de las elecciones.

Usando una mascarilla, Trump caminó desde el hospital hasta una limusina que lo llevó al Marine One para abordar un corto vuelo en helicóptero rumbo a la Casa Blanca.

“Me siento realmente bien. No le tengan miedo al COVID. No dejen que domine sus vidas. Bajo la administración Trump hemos desarrollado algunas vacunas y conocimientos geniales. Me siento mejor de lo que me sentía hace 20 años”, escribió el mandatario en Twitter poco antes de dejar el centro de salud.

El equipo médico de Trump, de 74 años, le ha administrado el esteroide dexametasona, que habitualmente se emplea en pacientes con síntomas más graves de COVID-19.

El periodo normal de cuarentena para cualquier persona que haya dado positivo del nuevo coronavirus es de 14 días.

Trump, ha cumplido o excedido todos los criterios estándar del hospital para ser dado de alta y, aunque todavía no está fuera de peligro, puede irse a casa, dijo por su parte su médico, el Dr. Sean P. Conley.


“En las últimas 24 horas (…) cumplió o superó todos los criterios estándar de alta hospitalaria”, dijo Conley en rueda de prensa, en la que sostuvo que el mandatario no ha tenido fiebre por más de 72 horas y que sus niveles de oxígeno son normales.

“Aunque es posible que aún no esté completamente fuera de peligro, el equipo y yo estamos de acuerdo en que todas nuestras evaluaciones, y lo más importante, su estado clínico, respaldan el regreso seguro del presidente a casa, donde estará rodeado de atención médica de clase mundial 24/7”, destacó Conley.

Aislado en el Centro Médico Walter Reed en las afueras de Washington desde el viernes, Trump ha divulgado una serie de videos en un esfuerzo por dar garantías de su recuperación del COVID-19, una enfermedad que ha infectado a 7,4 millones de estadounidenses y ha matado a unos 209.000.

El domingo, también dejó su habitación en el hospital para ser trasladado en una caravana a fin de saludar a sus seguidores congregados fuera del centro médico. Vestido con una chaqueta de traje, camisa pero sin corbata y con una mascarilla, Trump realizaba su primera aparición pública desde el viernes.

Críticos y expertos médicos han denostado a Trump por esta decisión, que pudo haber expuesto a una infección al personal que lo trasladó en auto fuera del hospital.

Un sondeo de Reuters/Ipsos publicado el domingo mostró que Trump está 10 puntos porcentuales detrás del demócrata Joe Biden en la intención de voto para los comicios 3 de noviembre. Y alrededor del 65% de los estadounidenses consultados consideró que Trump no se habría infectado si hubiera tomado con mayor seriedad la pandemia.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca Kayleigh McEnany dijo el lunes que dio positivo de COVID-19, mientras que la prensa estadounidense reportó que varios integrantes más del personal de la presidencia están infectados.

 

 

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