A casi un mes de la polémica del tigre de bengala paseado con correa en Plaza Antara, en la colonia Polanco, la senadora Claudia Edith Anaya Mota presentó una iniciativa para que ningún ejemplar de felino silvestre, cualquiera que sea la especie, incluyendo a los modificados, así como los híbridos, puedan ser registrados o mantenidos en posesión como mascota.
La senadora del Grupo Parlamentario del PRI impulsa la iniciativa con proyecto de decreto por el que se adiciona el artículo 60 Bis 3 en la Ley General de Vida Silvestre, misma que fue turnada directamente a las Comisiones Unidas de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático; y de Estudios Legislativos.
La legisladora por el estado de Zacatecas propone que sólo se autorice su manejo con fines de conservación y recuperación de las especies, para lo cual se deberá de contar con registro de Unidad de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA), o de Predio Intensivo de Manejo de Vida Silvestre (PIMVS).
Asimismo, deberán contar con la autorización del plan de manejo por parte de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
De acuerdo al documento indica que estas especies requieren de necesidades especiales de manejo, alimentación, albergue y salud, debido a que su manejo, manipulación y cuidado puede poner en riesgo tanto su vida, como la del manejador o propietario, por lo que considera que se deben establecer leyes que contemplen una verdadera protección y conservación de estos animales.
En el mundo existen más felinos silvestres como mascotas que los que se encuentran libres en la naturaleza; una de las razones para que estén en patios, azoteas, sótanos y cocheras en domicilios particulares es que es legal que las personas mantengan en cautiverio a un cachorro de jaguar, puma, tigre, león, entre otros felinos.
Sin embargo, la priista considera que en muchos casos son sometidos a procedimientos quirúrgicos para extraer las garras y colmillos, y resultan ser realizados por médicos veterinarios sin experiencia y dañan gravemente el bienestar del animal, lo cual hace que sea difícil ubicarlos en albergues grupales.
La propuesta expone que un felino al que le han quitado sus garras y/o colmillos, y que no ha sido alimentado de la manera correcta, no se puede defender de otros ejemplares.
La actual legislación presenta vacíos relacionados con la tenencia de mascotas, seguridad de las instalaciones y bienestar animal, además carece de fundamentos lógicos, éticos y justos para la vida silvestre, especialmente aquella fauna silvestre con necesidades especiales de manejo, alimentación, albergue y salud, arguyó Anaya Mota.
En los últimos años, la senadora del PRI denunció que ha incrementado de manera sustancial el comercio de las llamadas mascotas no convencionales por la facilidad que ofrece el mercado electrónico.
“Cada vez es mayor la presencia de felinos silvestres como mascotas que, a la larga, representan un problema para las familias que los adquieren, así como para los propios animales”, señaló.
Un animal que vive en un espacio que no es su hábitat natural subsiste bajo estrés constante, justifica la senadora del tricolor. Por lo que “tener en casa a un animal salvaje no es broma. En algún momento pasará la factura, que puede ser a través de una mordida o un arañazo, que puede llegar a ser mortal”, advierte.
MGL