Actualmente el mundo se encuentra pasando por una serie de fenómenos, que según expertos “lo que ocurra en este siglo se hará sentir durante miles de años”.
El prestigioso astrónomo británico Martin Rees expone en su libro En el futuro. Perspectivas para la humanidad, que durante este siglo, la humanidad tiene un gran y dominante poder sobre el planeta, y las acciones de hoy, serán fundamentales en el futuro.
“Lo que está en juego es más importante que nunca; lo que ocurra en este siglo se hará sentir durante miles de años”, describe.
En una charla TED, Rees apuntó antes del 2020 que “nos preocupamos demasiado por riesgos menores: accidentes aéreos improbables, sustancias cancerígenas en los alimentos, dosis bajas de radiación… Pero nosotros y los políticos que nos gobiernan vivimos en negación de los escenarios catastróficos”.
Desde 2015 un pequeño grupo interdisciplinario de investigadores trabaja bajo liderazgo del astrónomo en el llamado Centro para el Estudio de Riesgo Existencial (CSER) en la Universidad de Cambridge, en Reino Unido.
Los expertos investigan los peligros que podrían llevar a la extinción de la humanidad o al colapso de la civilización y qué hacer para mitigarlos.
El estudio se basa en cinco grandes áreas: riesgos biológicos, ambientales, tecnológicos, derivados de la inteligencia artificial y de las injusticias sociales.
La bióloga molecular peruana Clarissa Rios Rojas señala que la pandemia de Covid-19 que ha cobrado más de 1 millón de vidas a lo largo del mundo, está enseñando a los gobiernos y la sociedad lo que significa prepararse para lo peor.
En el caso de la inteligencia artificial, se busca trabajar junto con los gobiernos para establecer protocolos que aseguren que los programas de estudios de las universidades vinculadas a la ingeniería tengan una fuerte base de ética.
Las injusticias sociales que se han visto durante años plantean la importancia de mirar hacia poblaciones vulnerables.
Como ejemplo se pone la conquista europea de América que “derivó en la pérdida potencial de más del 80% de las poblaciones indígenas, el colapso de las civilizaciones azteca, inca y zapoteca, y la muerte, tortura, disrupción cultural y desestabilización política que ocurrieron como resultado de la trata transatlántica de esclavos”.
Con información de BBC
cs