Un equipo de conservacionistas está usando huevos de tortuga impresos en tercera dimensión con un GPS oculto, con el objetivo de rastrear a traficantes de este producto en playas de Centroamérica, donde se contrabandean y venden en restaurantes como un manjar.
De acuerdo con un estudio publicado en la revista de Biología Actual, el 5 de octubre, los señuelos, de tamaño de una pelota de ping pong, demostraron no sólo que pueden ayudar a rastrear cazadores furtivos, sino también que su uso es seguro para las tortugas en peligro de extinción.
“Nuestra investigación mostró que colocar un señuelo en un nodo de tortuga no daña los embriones en incubación y que los señuelos funcionan”, asegura Helen Pheasey. Autora principal del estudio.
Los huevos señuelo fueron denominados como ‘InvestEggaror’ y creados por la organización conservacionista Paso Pacífico, con sede en Estados Unidos, en colaboración con la Universidad de Kent, en Reino Unido.
Kim Williams-Gullen, científica afiliada al Paso Pacífico, fue quien concibió y diseñó los señuelos, en respuesta a una convocatoria del Desafío Tecnológico de Crímenes de Vida Silvestre de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), que buscaba proyectos con avances tecnológicos para combatir la caza furtiva de vida silvestre.
Can GPS transmitters hidden in decoy sea turtle eggs curtail wildlife crime? Here’s how @pasopacifico and my teams in Costa Rica, did just that with the help of Wildlife Crime Tech Challenge and @DICE_Kent. Published today in @CurrentBiology https://t.co/aVOQXoi6vT
/1 pic.twitter.com/qzTUq1SV5I— Dr Helen Pheasey (@HelenPheasey) October 5, 2020
Para saber qué tan bien funcionarían en la práctica, los señuelos impresos en 3D fueron colocados en 101 nidos de tortugas marinas en cuatro playas de Costa Rica.
Una cuarta parte de los huevos señuelo (25) fueron extraídos por cazadores furtivos, lo que permitió determinar que la mayoría de ellos no salen del área local, sin embargo, no se tenía permiso para realizar alguna acción legal.
“Demostramos que era posible rastrear los huevos extraídos ilegalmente desde la playa hasta el consumidor final, como lo muestra nuestro recorrido más largo, que identificó toda la cadena comercial que cubre 137 kilómetros”, comentó Kim Williams. Guillen, diseñadora de los huevos 3D.
Helen Pheasey afirma que esta información les ayudará a enfocar sus esfuerzos de conservación en crear conciencia entre las comunidades locales.
Los investigadores también espera que estos huevos falsos puedan servir a las autoridades como una herramienta que ayude a cumplir la ley, ya que proporcionan mapas en tiempo real de las rutas de contrabando.
Actualmente, los InvestEGGators están siendo usados en varios lugares de América Central.
“those 2 probably were in my subconscious, so as soon as I had the idea I was like, ‘Oh like in ‘Breaking Bad,’ but smaller like in ‘The Wire,’’” Williams-Guillen said.
Engineering fake eggs with right feel was key. Amazing in @CurrentBiology https://t.co/NHYSbx1i7t via @vice
— Colin Camerer (@CFCamerer) October 6, 2020
con información de medios
EFVE