Andrea Ghez, profesora de astronomía estadounidense quien recientemente obtuvo el Premio Nobel 2020 de Física por sus descubrimientos sobre los agujeros negros, uno de los fenómenos más exóticos en el universo, detalló cómo explicaría este fenómeno a un niño.
“Muy poca gente entiende qué es un agujero negro, pero mucha gente está fascinada con ellos”, expresó Ghez tras ser galardonada.
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Investigadores con los que que colabora desde hace 25 años celebró este verano boreal haber medido el agujero negro supermasivo ubicado en el centro de la Vía Láctea, el llamado Sagitario A*.
“Es muy difícil definir un agujero negro”, coincide. “Las leyes de la física cerca de un agujero negro son tan diferentes de las de la Tierra que no tienes intuición de qué estás buscando”.
“Puedo pensar en ello matemáticamente, de manera abstracta, pero formar una imagen es muy difícil, porque el espacio y el tiempo se mezclan”.
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La astronomía expuso que la forma de “ver” un agujero negro, ya que no son visibles, es observar el efecto que tiene sobre los objetos que están a su alrededor.
“Las estrellas son como los niños. Conocemos sus nombres, pero cambian un poco cada año”, ejemplifica.
Una pregunta muy habitual es cómo se sentiría una persona al caer en un agujero negro, a lo que Ghez respondió que no se percibirá sensación alguna.
“No sobreviviríamos. Si cayéramos con los pies hacia adelante en un agujero negro, lo primero que sucedería es que la fuerza gravitatoria sería mucho más fuerte en los pies que en la cabeza, lo que nos destrozaría. Así que no sentiríamos nada porque ya no existiríamos, no sobreviviríamos”.
La mujer, cuarta en recibir el Nobel de Física, se dijo optimista de que con el tiempo irá desentrañado los secretos que guardan los agujeros negros.
Con información de medios
cs