Si por algo los republicanos no querían arrancar el procedimiento para elegir a una nueva jueza de la Suprema Corte de Justicia era porque las elecciones presidenciales y del Congreso en Estados Unidos se robarían la atención del proceso, ensuciándolo, algo que parece estar pasando.
Van dos días de audiencia de Amy Coney Barrett ante el Senado, y destaca que ayer afirmó que sus creencias religiosas no afectarán a sus decisiones y declinó decir si el histórico fallo que legalizó el aborto en 1973 fue una decisión apropiada.
La audiencia ante la Comisión Judicial del Senado también es una oportunidad para que Barrett responda a los legisladores demócratas, que han estado unidos en su oposición a la candidata por el eventual papel que jugaría en la erosión del plan de salud Obamacare y su protección a pacientes con condiciones preexistentes.
Barrett, quien se enfrenta a las preguntas de los senadores por vez primera, declinó decir si estudiaría apartarse del caso, tal y como han solicitado los demócratas, asegurando que seguiría las reglas sobre recusación, que dan la última palabra a los jueces de forma individual.
“Esa no es una pregunta que pueda responder en abstracto”, dijo Barrett.
Al responder a las preguntas sobre el aborto, que fue legalizado por la Corte Suprema en 1973 en un fallo llamado Roe vs. Wade, Barrett dijo que estudiaría, al igual que en otros casos, los variados factores que suelen aplicarse cuando los jueces evalúan si se anula un precedente.
La senadora Dianne Feinstein, la principal demócrata en el panel, preguntó a Barrett si cree que Roe vs. Wade, que reconoció el derecho constitucional de la mujer a interrumpir su embarazo, fue decidido de forma apropiada. Ella declinó contestar y Feinstein dijo que era “inquietante” que no respondiera.
El senador republicano Lindsey Graham, presidente del comité, abrió el cuestionario preguntándole sobre su filosofía legal conservadora, conocida como originalismo, y preguntó a Barrett, una devota católica, si podría dejar de lado sus creencias religiosas cuando tome decisiones en la corte. “Puedo”, afirmó Barrett, lo que generó críticas en redes sociales.
Republicanos comprometen plan de alivio
Reuters
El líder de la mayoría en el Senado de EU, el republicano Mitch McConnell, dijo que la cámara votará el paquete rebajado de alivio económico por el coronavirus que rechazaron los demócratas, quienes exigen más billones.
Según McConnell, la primera orden del día del pleno del Senado cuando regrese el lunes será votar un proyecto de alivio por 500 mil millones de dólares recurriendo a fondos no usados del Programa de Protección de Salarios.
Ante el estancamiento de las negociaciones sobre un paquete más amplio, republicanos y demócratas están presionados a actuar para ayudar a que los estadounidenses capeen una pandemia que ha acabado con la vida de más de 214 mil personas y está dañando a la economía.
No obstante, las dos partes siguen alejadas y parece improbable que se logre un acuerdo bipartidista antes de los comicios presidenciales y congresionales.
“¡Háganlo en grande o váyanse a casa!”, tuiteó el presidente Donald Trump, que suspendió las negociaciones la semana pasada y las reinició después.
LEG