Ante la desaparición de 109 fideicomisos, el gobierno de la Cuarta Transformación ha dicho que los apoyos continuarán, sin embargo, aún no detallan las formas en la que lo harán y ello ha generado incertidumbre y desconfianza en organizaciones que recibían recursos para realizar sus labores.
Tal es el caso de los colectivos Colibrí –que se dedica a la búsqueda de personas desaparecidas y el apoyo en diligencias ante juzgados– y “Siempre vivos de Chilapa de Álvarez, Guerrero” –que brinda acompañamiento integral a los familiares de víctimas de la delincuencia organizada.
En ambos casos, señalan que la actual administración no ha brindado la certeza de que los apoyos continuarán, pues no hay información sobre cómo pueden seguir recibiendo los recursos que hasta ahora seguían destinando a sus causas.
Indefensos
“Las víctimas estamos en un estado de indefensión del gobierno”, expresa Araceli Rodríguez Nava, del colectivo Colibrí, quien explica que con la desaparición de los fideicomisos, el Estado somete a un estatus de indefensión a las personas defensoras, pues no hay certeza del destino del dinero, ni cómo o dónde solicitarlo en caso de necesitarlo.
En entrevista, la activista que sigue buscando a su hijo Luis Ángel León Rodríguez Ángel, policía federal desaparecido desde 2009, manifiesta preocupación porque, dice, el actual gobierno no brinda la certeza de seguir dando apoyos para continuar con la búsqueda de personas desaparecidas.
“El presidente dice que van a seguir los apoyos, pero que nos digan quiénes los van a dar, porque de lo contrario será como antes”, señala.
Añade que, si se ha registrado corrupción, que se investigue y castigue, pues por su parte, en colectivo Colibrí, siempre ha existido la transparencia, “que no paguen justos por pecadores”, expresa.
Asimismo, Rodríguez Nava comparte que en la última búsqueda de su hijo, las medidas emprendidas por el actual gobierno ya le afectaron, pues si bien solicitó a tiempo los recursos para el traslado al lugar de trabajo, la ayuda llegó una vez que ella ya estaba en la labor de búsqueda en el cerro.
“No nos vamos de día de campo, vamos a rascar tierra con pico y pala, al rayo del sol, a colar tierra para ver si encontramos algún resto”, precisa Araceli.
La mujer señala que aunque el gobierno les retire el apoyo, ello no detendrá su labor humanitaria en defensa de los derechos humanos y en la búsqueda de los seres queridos de familias mexicanas, pues ya han avanzado con el apoyo mutuo de los integrantes y encontrarán la forma para continuar con sus actividades, pues prefiere continuar con la convicción que “más vale vivir de pie, que vivir arrodillados al gobierno”.
Con respecto a la desaparición del Fondo para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, señala que como defensora y beneficiaria del mecanismo de protección, el Estado los tienen “con la bala en la cabeza, ya nada más falta que nos jalen el gatillo”, pues prevé que los procesos sean lentos y, en algunos casos, se cobren vidas humanas ante la falta de respuesta para resguardad vidas humanas.
Dice que los representantes del partido Morena se están comportando de una manera “muy insensible” pues no ven el fondo, la causa de los fideicomisos que pretende desaparecer.
Finalmente, la representante del colectivo Colibrí hace un llamado al presidente Andrés Manuel López Obrador, pues él prometió apoyo a las víctimas “y ahora estamos viendo esta indiferencia, esta traición hacia las víctimas de todo el país”.
Al borde de la muerte
La eliminación del fondo para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas pone al borde de la muerte a José Díaz Navarro, representante del colectivo “Siempre vivo de Chilapa de Álvarez, Guerrero” que se dedica a dar acompañamiento integral de los familiares de víctima de la delincuencia organizada.
El activista señala que la desaparición de dicho fideicomiso, lo deja en vulnerabilidad –al igual que a muchos defensores– pues carece de recursos para continuar en un lugar seguro, y es que, explica, en su labor de defensa de víctimas de la violencia en la que ha denunciado a delincuentes y por la cual tuvo que salir desplazado de Chilapa debido a las amenazas de muerte.
Además, la medida de suprimir el fondo de Ayuda, Asistencia y Reparación Integral dejaría en la pobreza a familias víctimas de la delincuencia que dependen del fideicomiso para sobrevivir, pues están en estado de desamparo ante la desaparición del sustento de la casa, la figura paterna.
“No es justo”, expresa el activista quien dice que no es válido el argumento del presidente en el que señala que hay corrupción en los fideicomisos. “Nosotros como víctimas, lo desconocemos, no sabemos quién se está robando el dinero”, manifiesta.
Ante el anuncio de la desaparición de 109 fideicomisos, Díaz Navarro precisa que debe haber el mismo número de denuncias contra delincuentes que deben ir a la cárcel y ello no tiene que afectar a las víctimas que han sobrevivido a diferentes circunstancias derivadas de la delincuencia organizada.
El guerrerense expresa molestia, porque los actores que impulsan la iniciativa de desaparecer los fideicomisos insisten en que seguirán los apoyos, pero no dan mayor información, lo que deja en incertidumbre a los beneficiarios de dichos recursos.
Asimismo, señala que la actual administración, al manejar los recursos que estaban en los fideicomisos, podría significar un mecanismo de control para detener las denuncias que realizan algunos colectivos. Díaz Navarro lamenta que en la autollamada “Cuarta Transformación” hay un retroceso en la defensa de los derechos humanos.
Además, denunció que en su labor como defensor de los derechos humanos, desde el inicio del actual gobierno, se le ha disminuido la protección que tenía: de 20 elementos de seguridad que lo acompañaban en sus labores, ahora sólo tiene uno. En ese sentido, dijo que haría responsable al presidente de cualquier situación que le suceda.
Teme que ante la falta de recursos por la eliminación de los fideicomisos, tenga que regresar a Chilapa, donde, dice, seguramente morirá por las amenazas que acumula por su labor defensora.
fahl