Y es que así como se lee, una niña de apenas 11 años tomó la decisión de quitarse la vida luego de enterarse que su violador de 60 años quedó libre.
Se trata de Annaliesse Ugle, a quien su madre describió como “encantadora, alegre y extrovertida” y fue violada durante seis años.
Esta pequeña era la cuarta de cinco hermanos y cuando le contó a sus padres lo que sucedía, denunciaron los hechos a las autoridades.
El hombre, quien vivía en la misma comunidad indígena ubicada en Australia, y cuenta con antecedentes por abuso de menores, fue detenido y puesto en libertad en cuestión de horas.
Dicha decisión fue ratificada por un juez pese a que la niña afirmó que el sujeto había abusado de ella entre 2014 y 2020.
El martes 20 de octubre, la menor se suicidó tras no poder con la idea de que su agresor volvería, ya que su agresor llevaba un mes libre y vivía en el mismo pueblo.
La madre de Annaliesse dijo que no se sentía cómoda sabiendo que el hombre estaba tan cerca de su pequeña, esto pese a las condiciones de libertad bajo fianza que le impedían tener contacto con la niña.
“Es muy, muy triste. Que una niña de 11 años se quite a vida está más allá de toda descripción. Claramente, se cometió un error. La policía lo ha reconocido. Lamento mucho por todos los involucrados que haya ocurrido toda esta serie de hechos”, declaró el primer ministro Mark McGowan.
El presunto violador, quien aún no se declara culpable, enfrenta casi una docena de cargos, incluida la penetración sexual de un menor de 13 años y el trato indecente; volverá a comparecer a finales de éste 2020.
Ante esto, la directora del Proyecto Nacional de Prevención del Suicidio y Recuperación de Trauma, Megan Krakouer, quien apoyó a la familia, señaló que se debe de romper el silencio en torno al abuso sexual infantil.