Pelé, O Rei, la Pantera… no importa cómo se le identifique, puesto que todos esos sobrenombres responden al mismo hombre: Edson Arantes do Nascimento, quien cumple 80 años de vida, aunque la inmortalidad la adquirió hace mucho tiempo sobre la cancha.
El máximo ganador de Copas del Mundo hasta hoy, nació un 23 de octubre de 1940 en el poblado de Três Corações en el estado de Minas Gerais.
Siguiendo el mandato casi divino de nacer un cuna de paja para convertirse en deidad, Pelé transitó por una infancia con carencias económicas que no mermaron su ánimo, pues el fútbol siempre lo acompañó y lo sacó de esa situación.
Siendo muy niño, Pelé incursionó en el futbol de salón, donde mejoró su técnica y le permitió llegar al Santos, el club de sus amores.
Trasladado a São Paulo, aquel niño estuvo en las divisiones inferiores del club paulista hasta que en 1956 y con 15 años de edad, debutó oficialmente. Fue ahí donde la historia comenzó a encaminarlo hacia un destino inigualable.
Sus buenas actuaciones con tan poca edad dejaron asombrados a los seguidores del Santos como a todos aquellos que lo veían en la cancha sin importar la locación a lo largo de Brasil en la que jugará.
Tan meteórico ascenso se presentó que la Selección de Brasil no esperó más. En 1957, un año después de su debut, Vicente Feola, entrenador de la Canarinha lo convocó y debutó en la Copa Julio Roca, misma que ganó Brasil y Pelé marcó sus primeros dos goles.
La primera azaña
En 1958, Brasil viajó a Suecia para disputar la Copa del Mundo, y entre los convocados estuvo Pelé.
Ese verano en Escandinavia fue el gran escaparate para O Rei.
El torneo fue dominado con maestría por Brasil, que contaba con Didí, Garrincha y Vavá como las grandes figuras y que encontraron en Pelé a la pieza que complementó la gran delantera.
La fase de grupos la completaron siendo líderes y venciendo a URSS de Lev Yashin. Gales en cuartos de final fue la víctima y la Francia de Just Fontaine y Raymond Kopa la siguiente en semifinales.
En la gran final, Suecia, el anfitrión, sucumbió por un contundente 5-2, mismo marcador sufrido por Francia. Aquella tarde del 29 de junio, apareció la primera postal que encumbró a Pelé.
Sombrerito dentro del área a un defensor para batir al meta sueco con un tiro a ras de pasto. Tercer gol para Brasil que terminó ganando 5-2 con Pelé cerrando la goleada conbun cabezazo. Primer título mundial y el inicio del Scratch.
El mundo a los pies del Santos
Año con año, Pelé fue cobrando más relevancia con Santos, equipo de época que puede ser considerado uno de los más grandes de la historia.
En los años 40, el River Plate fue el primero en maravillar por su juego ofensivo que se ganó el sobrenombre de La Máquina para los 50, el Real Madrid de Di Stéfano marco la pauta y en los 60 fue turno del Peixe.
Brasil ya quedaba chico con el dominio que ejercía el Santos. Multicampeón y todopoderoso en São Paulo fue a probarse a un nuevo torneo que nació en 1960: la Copa Libertadores.
Tan solo tres ediciones después de ser creado, Pelé y el Santos lo conquistaron, no una, sino dos veces seguidas. En 1962, Peñarol fue la víctima y en la ya extinta Copa Intercontinental, se midió al Benfica de Eusebio, al que despedazó para ser campeón del mundo a nivel de clubes.
En 1963 la historia fue la misma, esa ocasión O Rei se encargó de sellar el triunfo que otorgó al Santos su segundo título continental en la Bombonera ante Boca Juniors. En la Intercontinental el Milan de Gianni Rivera y Cesare Maldini fue el que padeció el paso demoledor del Peixe que se convirtió en bicampeón mundial.
Los claroscuros
En 1962, Pelé y Brasil conquistaron su segunda Copa del Mundo en Chile, aunque el 10 de Brasil se despidió pronto de la justa, pues en el segundo partido de la fase de grupos ante Checoslovaquia, el esguince en la ingle que padecía desde un inicio se agravó y no pudo continuar.
A pesar de la mala noticia y de la baja de la gran estrella, Brasil de la mano de un inspirado Garrincha fue campeón al ganar la final a Checoslovaquia.
Brasil tuvo un receso después de ese Mundial, puesto que en 1966 durante la Copa del Mundo de Inglaterra, el Scratch pereció como nunca. Derrota ante Hungría y Portugal que le enviaron de regreso a casa. Pelé renunció a la selección y se enfocó en el Santos, donde inició la segunda gran época del club.
Con la llegada del entrenador Mazzei, el Peixe volvió a ser dominador en Brasil y O Rei nuevamente en ascenso. La gambeta, el pique, la carrera… todo le acompañaba, especialmente el gol.
En ese lustro previo a la entrada de la década del 70, Pelé se cansó de celebrar goles, tantos que en 1969, sin más aviso que los estadios a reventar para ver la hazaña, llegó a los mil gritos.
Todo marchaba como en cuento de hadas: goleador, campeón y la reconciliación con la Canarinha. Enfrente, la cita que lo colocó en otro nivel.
México 70: la consagración
A punto de los 30 años, un tiempo en el que entrar a esa década de vida significaba el retiro y una nueva era que iba a dejar atrás el futbol como se conocía. Antes de que eso ocurriera, Pelé firmó su gran obra.
La Copa del Mundo de 1970 en México trajo consigo la primera transmisión totalmente a color del campeonato cuatrienal, lo que permitió ver con más realismo la épica carioca.
Llegada a México y como base Guadalajara. Fase de grupos ante Checoslovaquia, Inglaterra y Rumanía. Todo marchó a favor de la Verdeamarela bajo el buen toque y magia de sus jugadores.
Todos triunfos y la inolvidable atajada de Gordon Banks a Pelé, considerada a la fecha como la mejor de la historia.
Cuartos de final y enfrente Perú dirigidos por el ídolo: Didí. La mejor generación en la historia inca le dio problemas al Scratch, pero no pudo pasar sobre ellos. 4-2 para Bradil y en semifinales Uruguay y la cuenta pendiente.
Clodoaldo, Jairzinho y Rivelino se encargaron de marcar los goles del triunfo, pero O Rei de dejar la postal del partido: balón rumbo al área charrúa, Pelé y Mazurkiewicz con la carrera y llegando caso a la par, pero Pelé pasó de largo y el meta celeste se comió el amague, O Rei fue por la pelota y sacó un derechazo que puso a la alvinegra a rozar el poste derecho y salir del campo. El gol más bonito que no anotó Pelé, así es recordado, más que los que le dieron el triunfo a Brasil.
La gran final. Estadio Azteca. Más de 100 mil almas dando vida a las gradas y en el mundo millones aguardando la fiesta sobre el campo.
Italia de no gratos recuerdos tras eliminar a México fue víctima de la fantasía y alegría de la Canarinha, que con un apabullante 4-1 los dejó tendidos.
Pelé fue quien aperturó el marcador con aquel cabezazo mítico en el área chica cuando Burgnich y él se levantaron a la vez para ir por el balón. La gravedad favoreció a Pelé, quien se suspendió en el aire y martilló la pelota con un frenazo para marcar el primer gol de la final.
Misión cumplida: campeones del mundo por tercera vez y en todas estuvo Pelé. Máximo ganador de campeonatos del mundona nivel selecciones, Brasil ni ha cedido ese lugar desde entonces.
Los últimos destellos
Tras la gesta de 1970, Pelé vivió sus últimos años en el Santos con una evidente baja de nivel, lo que derivó en una migración a Estados Unidos y su proyecto para impulsar el futbol en ese país.
El Cosmos de Nueva York el destino y varias leyendas de antaño como Beckenbauer o Best llegaron con la misma encomienda.
Tres años en los que se vio un mayor interés por este deporte, aunque nunca alcanzó los niveles de otros como el beisbol o basquetbol.
Paso sobrio y un retiro de las canchas de la misma manera. Los encuentros amistosos siguieron unos años más en agenda hasta que las facultades corpóreas acompañaron.
A 30 años de la última visita a una cancha para jugar un poco, hoy en día Pelé se mantiene como un legado en carne viva. Llega a los 80 años de vida y las facultades mentales siguen acompañando para fortuna del futbol, pues la historia contada a través del mismo protagonista tiene otro sabor.
No importa si hay algunas hechos que no coinciden con lo registrado en una grabación, puesto que estás no alcanzan a percibir todavía las sensaciones vividas por los autores de las hazañas que los transformaron en leyendas, on elncaso de Pelé, en O Rei.
MÁS GOLES CON UN MISMO CLUB
NOMBRE CLUB PERÍODO TOTAL
Pelé Santos 1956-1974 643
L. Messi Barcelona 2004-2020 636
G. Müller B. München 1964-1979 565
LOS 1,284 GOLES
AÑO OFICIALES AMISTOSOS COMBINADO TOTAL
1956 0 2 2 2
1957 43 23 66 68
1958 75 14 89 157
1959 65 61 126 283
1960 44 29 73 356
1961 62 29 111 467
1962 54 19 73 540
1963 52 22 74 614
1964 54 6 40 674
1965 72 34 106 780
1966 20 22 42 822
1967 25 31 56 878
1968 35 25 60 938
1969 48 20 68 1,006
1970 19 40 59 1,065
1971 8 22 30 1,095
1972 14 36 50 1,145
1973 25 28 53 1,198
1974 15 4 19 1,217
1975 5 10 15 1,232
1976 15 11 26 1,258
1977 17 6 23 1,281
1978 0 0 0 1,281
1979 0 0 0 1,281
1980 0 2 2 1,283
1983 0 1 1 1,284
1984 0 0 0 1,284
1987 0 0 0 1,284
1990 0 0 0 1,284
TOTAL 767 517 1,284
SU ÍDOLO. Como todos los grandes atletas a lo largo de la historia, Pelé también tuvo una figura a quien admirar y emular: Didí. Waldir Pereira fue un jugador mezcló el virtuosismo y la elegancia con el balón al pie, nombrado por la IFFHS como uno de los 20 mejores futbolistas del siglo XX y fue el autor del primer gol en l Maracaná.
INIMITABLE. Pelé sigue hasta la fecha como el único jugador en la historia en ganar tres Copas del Mundo con su selección. O Rei cuenta con ese récord que muchas leyendas no pudieron igualar y que se antoja muy difícil que en un futuro próximo alguien lo consiga.
Mil goles, ¿Mito o Realidad?
La leyenda cuenta que Pelé perforó las redes de prácticamente todas las canchas en las que jugó y llegó a superar el millar de anotaciones. Algunos dudan de eso y otros más lo reafirman. La verdad es una y es que en efecto, O Rei anotó la friolera de 1,284 goles, aunque no todos fueron en partidos oficiales. De ese total, 767 dianas fueron en partidos que contaron para la búsqueda de un título, los otros 517 se gritaron en juegos amistosos.
FRASES
“Yo no soy nadie comparado con Didí. Nunca le llegaré ni a los pies. Él es mi ídolo, mi referencia “: Pelé con 17 años de edad
“Cuando se habla de futbol, a Pelé hay que ponerlo a parte. Es el único jugador al que daba miedo enfrentar”: “El Loco” Gatti, considerado el mejor arquero en la historia del futbol argentino
“Hay cuatro reyes en esa mesa: Pelé, Cruyff, Di Stéfano y Maradona. Tipos que se aburrieron de ser cracks. Pelé superó todo, como él no hubo ni habrá. No creo que pueda aparecer alguien mejor que él”: César Luis Menotti, técnico campeón del mundo con Argentina en 1978
“Saltamos al mismo tiempo, pero cuando yo ya estaba en la tierra, él seguía en el aire”: Tarcisio Burgnich, defensa italiano sobre Pelé y el primer gol de la final en México 70
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