Eso de que “no hay materia’’ para reunirse con los gobernadores que buscan un nuevo pacto fiscal con la Federación solo sirvió para que el resto de los gobernadores panistas que se habían mantenido neutrales se sumaran al grupo demandante.

Gobernadores con las mejores calificaciones como el yucateco Mauricio Vila y el queretano Francisco Domínguez, que tienen una gran influencia entre la militancia panista, anunciaron ayer su adhesión a la petición de los gobernadores de la llamada Alianza Federalista.

La mitad de los gobernadores del país reclama al Gobierno federal reconsiderar el pacto fiscal para redistribuir los ingresos.

Es un tema que requiere de especialistas fiscales, desde luego, pero también de operadores políticos que medien entre la Federación y los gobernadores.

Ayer el secretario Herrera sin querer queriendo se metió a la disputa política en su afán “por aclarar las cosas’’.

Simplemente descalificó a los gobernadores que protestan al argumentar que el esquema fiscal vigente fue construido y aprobado durante el mandato de Felipe Calderón, y hasta ofreció la lista de los legisladores panistas, algunos de ellos gobernadores, que votaron a favor.

La discusión no está centrada en la paternidad del acuerdo fiscal sino en la inequidad con la que se reparten los recursos.

El pacto actual funcionó en su momento pero como todos los acuerdos ante las nuevas circunstancias tendrá que revisarse.

¿No es esa suficiente materia para que el presidente López Obrador se reúna con la mitad de los gobernadores del país?
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Cinco senadores han dado positivo a Covid a partir de las pruebas que comenzaron a practicarles el lunes pasado.

A ellos hay que sumarle los 13 que en semanas anteriores habían informado que se habían contagiado del virus.

El debate sigue siendo si el Senado es el foco de contagio -algo que negó ayer Ricardo Monreal- o si los legisladores ya traían el virus antes de la sesión que se realizó el jueves en la vieja casona de Xiconténcatl, antigua sede de la Cámara alta.

Como sea, los legisladores de oposición contagiados están que trinan porque aseguran que la reunión del jueves anterior, en la que se aprobó la desaparición de los fideicomisos, no debía haberse realizado.

Pero Morena tenía prisa por sacar el dictamen y ni modo que ahora hagan responsable a ese partido.

¿O sí?

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Alguien debía decirle al presidente del PRI, Alejandro Moreno, que una golondrina no hace verano.

Cierto es que el PRI fue el ganador de las elecciones locales en Coahuila e Hidalgo, pero está a años luz de recuperar la fuerza que alguna vez tuvo.

De hecho, en el análisis poselectoral, los triunfos del tricolor se debieron más a las pifias y a la mala imagen de gobiernos locales de Morena, que se tuvieron -y tienen- que ajustar a los dictados que salen desde Palacio Nacional, aún cuando vayan en contra de los intereses de sus gobernados.

“Alito’’ Moreno tiene razones para estar contento, pero de eso a creer que van a arrasar en el 2021, falta un largo trecho.

Eso de sugerir que el general Salvador Cienfuegos sea defendido con dinero del erario nacional, no resultó una declaración afortunada ni le sumará votos de las fuerzas armadas.

Por cierto, ¿por qué renunció el ex gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval a la secretaría de Innovación y Participación Digital, alegando que “no hay futuro’’ en el PRI?

Sandoval dijo que en unos días revelará el misterio.

¿Qué será, qué será?