Un plan de vacunas liderado por la Organización Mundial de la Salud está creando un fondo de compensación para personas de países pobres que puedan sufrir efectos secundarios de las inmunización contra el COVID-19, para disipar los temores que puedan obstaculizar el uso.
El plan está siendo elaborado por los promotores de la iniciativa de vacunas COVAX, dirigida por la OMS y GAVI, una alianza de vacunas.
El esquema podría pagar la factura de 92 países de bajos ingresos, lo que significa que sus gobiernos no serían responsables provisionalmente de los reclamos de los pacientes en caso de que algo saliera mal.
Sin embargo, a docenas de países de ingresos medios, como Sudáfrica, Líbano, Gabón, Irán y a la mayoría de los de América Latina, no se les ofrecería esta protección.
ica