Astrónomos de Estados Unidos y Polonia descubrieron un planeta de tamaño similar a la Tierra que deambula por la Vía Láctea sin una estrella madre que lo ponga a orbitar a su alrededor.
Los científicos lo llamaron “planeta rebelde” y, aunque no es el primero descubierto, es el más pequeños detectado hasta el momento, dice parte de la investigación publicada en el Astrophysical Journal Letters.
De acuerdo a lo que se conoce del universo, hay planetas que orbitan dentro del sistema solar y alrededor del Sol (su estrella madre); exoplanetas que orbitan alrededor de otras estrellas madres dentro y fuera del sistema solar; y planetas “rebeldes” que no siguen la órbita de ninguna estrella madre.
Según la investigación, de estos últimos planetas habría varios en la Vía Láctea; sin embargo, sería difícil detectarlos debido a que no poseen luz propia y no siguen órbita alguna.
El planeta fue detectado aprovechando un fenómeno astronómico conocido como “micro gravitacional”, que consiste en doblar la luz de las estrellas más distantes a él para crear un efecto de lupa gigante y poder observar este cuerpo celeste.
“Si un objeto masivo (una estrella o un planeta) pasa entre un observador terrestre y una estrella fuente distante, su gravedad puede desviar y enfocar la luz de la fuente. El observador medirá un breve brillo de la estrella fuente”, afirmó Przemek Mroz del Instituto de Tecnología de California, astrónomo y principal autor del artículo.
El objeto fue detectado en la región de la Vía Láctea conocida como “Bulbo Galáctico”, que se encuentra en la parte central de la galaxia. Esto fue observado desde el telescopio de Varsovia, en el Observatorio Las Campanas, en Chile.
Según los investigadores, este último planeta rebelde, conocido también como OGLE-2016-BLG-1928, es el más pequeño jamás detectado y su masa sería similar a la de la Tierra o de Marte, que es cercano de tamaño pero más pequeño que el nuestro planeta.
Cuando se detectan planetas flotantes rebeldes, el evento dura unas cuantas horas, pero en este caso tan sólo duró 42 minutos, según lo dicho por los astrónomos.
“Cuando vimos este evento por primera vez, estaba claro que debía haber sido causado por un objeto extremadamente pequeño”, destacó el astrónomo Radoslaw Poleski de la Universidad de Varsovia y coautor del artículo.
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