SAN LUIS POTOSÍ.- El padre Gilberto Amaya Martínez, doctor, vicario general de la Arquidiócesis potosina y especialista en exorcismo designado por el obispo Jesús Carlos Cabrera Romero, explicó que para lograr emplear un exorcismo se tiene que llevar a cabo un proceso donde se valora a la persona afectada a través de los tres puntos de vista: psicológico, teológico y pastoral, mediante entrevistas.
Agregó que en los años 70 se hicieron populares películas y libros, “se habló mucho del tema y se difundió, y es cuando se da como un crecimiento en aquellos que se decían poseídos, pero muchos de los casos correspondían a enfermedades psicopatológicas o psiquiátricas, y la preocupación de la iglesia es descubrir que efectivamente se trate de un exorcismo”, señaló Gilberto Amaya.
Indicó que para que la iglesia determine cuando una persona está afectada por el mal, se dan cuando las personas, por cuenta propia hayan hecho una donación de su ser en cuerpo y alma a entes malignos, ya sea en pensamiento, alma o deseo, o que haya participado en ritos de satanismo; magia negra, ocultismo, espiritismo, y rituales de la Santa Muerte. “Incluso se ha visto un efecto satánico de los que juegan la ouija”, advirtió.
Con información de Quadratin
CT