México conocerá hoy el destino de sus relaciones con Estados Unidos; si gana Donald Trump al parecer todo seguirá igual pero si gana Joe Biden, habrá cambios en la relación.

Biden llega a la elección con una diferencia favorable de entre 9 y 11 puntos, según las encuestas finales, una ventaja que se antoja inalcanzable.

En el 2016, Hillary Clinton llegaba con una diferencia menor -apenas por arriba de los 4 puntos-, y, aunque ganó el voto popular perdió la presidencia en los colegios electorales.

Clinton tuvo más de 3 millones de votos que Trump pero estuvo lejos de alcanzar los 270 votos de los colegios electorales necesarios para ganar la presidencia.

En su libro “Lo que Pasó’’, escrito un año después de la elección, Hillary Clinton describe tres sucesos que marcaron el camino de su derrota: la intervención del Kremlin en los comicios, el tema de Cambridge Analytics y la campaña impulsada por el entonces director del FBI, Jim Comey, quien la acusó de utilizar una cuenta de correo personal para tratar asuntos de estado.

Más de 30,000 correos de Clinton fueron analizados y hechos públicos, entre ellos miles de correos personales que se limitaban a un “si’’ o a un “no’, pero que fueron utilizados, de marzo a noviembre, como la principal arma de descredito en contra de la demócrata.

Clinton tenía también en su contra que tenía 68 años en el 2106 cuando compitió por la presidencia, lo que a su juicio también influyó en su derrota.

El escenario es distinto ahora.

Hace dos semanas, desde la Casa Blanca se corrió la versión de que se había detectado que Irán y Rusia pretendían hackear los sistemas de votación estadounidense.

Se dijo incluso que votantes demócratas habían recibido correos electrónicos amenazándolos de muerte si no votaban por Trump.

La información no prendió en los medios; incluso muchos analistas coincidieron en que se trató de una estrategia para poner en duda los resultados de la elección que tendrá lugar hoy.

Trump llega con una desaprobación de 53% y una aprobación de 45%; el porcentaje de desaprobación de Trump es más alto que el de Bill Clinton, 39%, que de Bush hijo, 48% y que Obama, 47 por ciento.

El Gobierno de la 4T ha hecho manifestaciones de su apoyo a Trump; el ala demócrata en el Congreso no vio con buenos ojos que López Obrador se haya prestado a hacer campaña al lado de Trump en busca del voto latino.

Por eso se ve desde Palacio Nacional con cierto recelo un eventual triunfo de Biden.

****

Los gobernadores aliancistas enviaron una carta al presidente López Obrador para pedirle posponer el encuentro sobre el pacto fiscal para analizar con más tiempo el presupuesto para el 2021.

Lo que quieren los gobernadores es simplemente que el presupuesto para el próximo año sea igual al de este 2020 para que los estados no pierdan más participaciones.

Se dice fácil pero la disponibilidad de dinero parece insuficiente, sobre todo si, como planea Morena, habrá que destinar más dinero a los programas sociales insignia de este Gobierno.

****

Pese a todo, el diputado Ricardo Gallardo Cardona, se registró ayer como precandidato a la gubernatura de San Luis Potosí por el Partido Verde.

Gallardo es el primer precandidato que se registra y probablemente sea el único, pues no se ve quién al interior del Verde le pueda disputar la posición.

El legislador no solicitará licencia y esperará la Convención que realizará el Verde en San Luis el 14 de febrero próximo para conocer su destino.

LEG