@guerrerochipres
Desde hace semanas, millones de personas han votado de manera anticipada para elegir al Presidente de Estados Unidos, como lo permite el sistema electoral en esa nación, pero muchos electores más tomarán la decisión en las últimas horas de este martes 3 de noviembre.
El resultado será una radiografía del voto mexicano que domina con el 60% el de la comunidad hispana: cerca de 18 millones de electores que han migrado de nuestro país.
El interés global rodea la elección, la nación más poderosa del planeta expulsa y potencia contradictoriamente a una gran comunidad de migrantes con derecho al voto. Hay más de 32 millones de potenciales votantes de la comunidad hispana.
No obstante el poderío del voto hispano, los electores no acuden en forma mayoritaria a las urnas y, de hecho, el número ha ido descendiendo ligeramente en cada elección. En 2016, un 47.6% de los latinos que podían emitir su voto lo hicieron, mientras que la participación fue de 59.6% en los afroestadounidenses y de 65.3% en los blancos.
Los dos estados con mayor población hispana no se consideran en disputa, pues se encuentra definida su preferencia: en California, con el Partido Demócrata y en Texas, el Republicano; a diferencia de Florida, en donde los latinos pueden inclinar la balanza al constituir una cuarta parte de los votantes.
Es un hecho que la mayoría de los electores latinos se inclinan hacia los demócratas, entre el 58% y 71% desde 1992 hasta el 2016, según datos recopilados por el Consejo de las Américas.
Es decir, hay una franja poblacional de por lo menos 30% que se identificó en 2016 con el presidente Donald Trump, quien obtuvo el triunfo con más de un cuarto —29%— del total del voto latino.
En los procesos electorales, el voto no es monolítico. Entre los hispanos en EU las preferencias políticas están vinculadas a la edad, religión, educación e incluso a la historia migratoria familiar.
Un porcentaje de hispanos se consideran parte de la minoría racial agraviada por el discurso antimigrante, pero otro segmento puede distinguir y asumir el discurso de Trump, que les permitir reivindicar su antipatía por más migrantes. Los 32 millones de latinos significan 13.3% del total de personas habilitadas para votar.
Según mediciones recientes, tres temas interesan a los votantes latinos: el daño a la salud y sus finanzas por la pandemia; la atención médica y la gestión que se ha hecho del Covid-19.
En México hay un nuevo Gobierno desde 2018 y una política de transformación en la cercanía con los mexicanos que viven en Estados Unidos. En medio de la pandemia y la afectación económica mundial, las proyecciones indican que las remesas crecerán 8.4 por ciento este año para llegar cerca de los 4 mil millones de dólares.
Quien resulte ganador no modificará cualitativamente la relación con Estados Unidos. Hay literatura académica que incluso señala que a los migrantes les va peor con los mandatarios demócratas. Obama deportó más migrantes por año que Trump. Veremos.