Un estudio en los pulmones de personas que han fallecido a causa del COVID-19 ha encontrado un continuo y amplio daño pulmonar en la mayoría de los casos, que puede ayudar a los médicos a comprender qué hay detrás de un síndrome conocido como “COVID prolongado“, en el que los pacientes sufren síntomas continuos durante meses.
Los científicos que lideran la investigación dijeron que también encontraron algunas características únicas del SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19, lo que puede explicar por qué puede ocasionar tal daño.
“Los hallazgos indican que el COVID-19 no es simplemente una enfermedad causada por la muerte de células infectadas por el virus, sino que probablemente sea la consecuencia de que estas células anormales persisten durante largos períodos de tiempo dentro de los pulmones”, dijo Mauro Giacca, profesor del King’s College de Londres, quien codirigió el trabajo.
El equipo de investigación analizó muestras de tejido de pulmones, corazón, hígado y riñones de 41 pacientes que murieron por COVID-19 en el Hospital Universitario de Trieste en Italia entre febrero y abril de 2020.
En una entrevista telefónica, Giacca dijo que, si bien su equipo de investigación no encontró signos evidentes de infección viral o inflamación prolongada en otros órganos, descubrieron “una destrucción realmente enorme de la arquitectura de los pulmones”, con un tejido sano “casi completamente sustituido por tejido cicatrizado”.
DAÑO “MASIVO”
“Se podría muy bien imaginar que una de las razones por las que hay casos de COVID prolongado es porque hay una gran destrucción del (tejido) pulmonar”, dijo Giacca a Reuters. “Incluso si alguien se recupera del COVID-19, el daño que se hace podría ser enorme”.
La creciente evidencia en todo el mundo sugiere que una pequeña proporción de personas que han tenido COVID-19 y que se recuperaron de su infección inicial pueden experimentar una variedad de síntomas continuos que incluyen fatiga, lagunas mentales y dificultad para respirar. La condición a menudo se llama “COVID prolongado“.
Giacca dijo que casi el 90% de los 41 pacientes tenían varias características únicas de COVID-19 en comparación con otras formas de neumonía.
Una de las formas fue que los pacientes tenían una extensa coagulación sanguínea de las arterias y venas pulmonares. Otra fue que algunas células pulmonares eran anormalmente grandes y tenían muchos núcleos, como resultado de la fusión de diferentes células en una sola célula grande, en un proceso conocido como sincitio.
La investigación, publicada en la revista Lancet eBioMedicine, también encontró que el virus en sí todavía estaba presente en muchos tipos de células.
“La presencia de estas células infectadas puede causar los principales cambios estructurales observados en los pulmones, que pueden persistir durante varias semanas o meses y eventualmente podrían explicar el ‘COVID prolongado’“, dijo Giacca.
ica