La familia Sarátov, originaria de Rusia, posee una mascota muy inusual, se trata de una puma que adora las caricias.
Ania la compró en un zoológico que no contaba con los recursos económicos suficientes para cuidar a los cachorros de puma.
Podría interesarte: Joven es perseguido por un Puma después de intentar grabar a sus crías
Leksa creció mucho desde que ésta llegó a la casa de la familia Sarátov, pero la vivienda tiene espacio suficiente para albergar al felino, que disfruta de caminar por el bosque e interactuar con otros animales.
El ejemplar tiene una única comida diaria, de 800 a mil gramos. Su carne favorita es el pollo.
Leksa no podría quedar en libertad, pues ya ha sido domesticada y no sobreviviría en el mundo salvaje.
Redes sociales
La familia de Leksa le creó una cuenta de Instagram, la cual ya cuenta con más de 15 mil seguidores y en la que se puede ver el día a día de la exótica mascota, además de los cuidados y el amor que recibe.
EFVE