El pasado primero de octubre se implementó el uso del Nuevo Etiquetado, el cual forma parte de la norma NOM-051 que pretende brindar al consumidor final la información sobre el contenido de nutrimentos e ingredientes que representen un riesgo para la salud en productos envasados, buscando evitar el consumo de alimentos que excedan el nivel de grasas, azúcares y sodio recomendable; sin embargo, a la población parece no importarle las etiquetas.

“Me dan igual las etiquetas, solo le hago burla a mi mamá porque según estamos en dieta, pero igual las comemos los fines de semana y le digo que no por la dieta, pero dice que le vale”, así lo comentó Yesica Santoyo, consumidora de comida chatarra tras preguntarle en qué forma había modificado su consumo el etiquetado saludable.

Los empaques muestran un sello negro de forma octagonal que advierte el contenido de los niveles de azúcares, calorías, grasas saturadas, grasas trans y sodio. “De que lo notamos, lo notamos, pero no nos importa, hay mucho producto acá en mi casa con esas etiquetas”, platicó Yareni Palma al preguntarle si presta atención al etiquetado.

El youtuber Mr. Doctor, médico especialista en Medicina Interna, detalló en su canal que el etiquetado no es una medida suficiente para acabar con la obesidad en el país. “El nuevo etiquetado frontal no es una medida suficiente para poder enfrentar el problema de obesidad y diabetes en nuestro país ya que son problemas más complejos y que son multifactoriales.”

Y es que los consumidores parecen no darle importancia a estas advertencias. “Me afectó más cuando algunos productos quitaron a los personajes ilustrativos”, “Yo sigo comiendo igual que antes, además no me preocupa porque las etiquetas son por caja y yo no me acabo una caja sola”, declararon para este medio Sttephany Galicia y Joselín Pagaza.

Sin embargo, durante una conferencia de prensa organizada por las Naciones Unidas, Cristian Morales, representante de OMS-OPS México, informó que “Lo que ha permitido el etiquetado frontal, es una disminución de 20% del consumo de productos que presentan alto contenido de grasas saturadas, azúcar y sodio.”

Los especialistas esperan que estos resultados sean tangibles a mediano plazo mientras que los entrevistados coincidieron en que no creen que el etiquetado cambie el consumo de comida chatarra.

 

PL