Con el agua hasta la cintura, casi 150 mil habitantes en más de 500 colonias de ocho municipios en Tabasco luchan por su sobrevivencia, unos en albergues y otros que se resisten a abandonar sus pertenencias, después de las torrenciales lluvias que inundaron casi 36 mil viviendas.
No sólo los ríos rebasaron sus límites, sino que la ayuda oficial también se ha visto desbordada por el eco de miles de personas que claman ayuda en las comunidades inundadas.
Macuspana, la tierra del presidente Andrés Manuel López Obrador, es la más afectada; ahí escasean los alimentos. Apenas llegó una planta potabilizadora portátil enviada por la Presidencia de la República, para aliviar la escasez de líquido potable en ese lugar, en donde la inundación alcanzó a casi todas las colonias y paralizó los servicios públicos, incluido el suministro de agua entubada.
La operación de las autoridades locales es rebasada por la cantidad de personas que resultaron víctimas del desbordamiento de los afluentes.
Ahí, el nivel de las aguas en las calles empezó a descender, al igual que en Teapa, Jalapa y Tacotalpa.
En el estado, siete de los 13 ríos se mantienen en niveles de alerta, entre ellos el Grijalva, aunque han mostrado un descenso, a excepción del Usumacinta.
El Grijalva y el De la Sierra descendieron 4 cm; el Carrizal, 39 cm; el Samaria, 1.31 metros; el Puxcatán, 6 cm, y el Pichucalco, 25 cm.
El Usumacinta ascendió 11 cm, aunque Protección Civil estatal estima que no genere un desbordamiento general a lo largo cauce.
Ayer otra persona falleció presuntamente ahogada en la Colonia Gaviotas Sur, en Villahermosa, por lo que ya serían siete decesos por las lluvias en el estado.
LEG