La deforestación en la Amazonía de Brasil aumentó en octubre por primera vez en cuatro meses, según mostraron los datos del Gobierno revelados el viernes, en momentos en que el nivel de destrucción de la selva tropical más grande del mundo sigue siendo elevada bajo la presidencia de Jair Bolsonaro.
En octubre, la deforestación aumentó un 50% con respecto al año anterior, a 836 kilómetros cuadrados, según datos preliminares de la agencia gubernamental de investigación espacial Inpe.
Pero la deforestación mensual disminuyó desde su pico de julio a septiembre, a medida que comienza la temporada de lluvias y dificulta la tala.
Las talas de bosques bajaron un 6% en los primeros diez meses de 2020, en comparación con el mismo período hace un año, a 7.899 kilómetros cuadrados, dijo el Inpe, equivalente a aproximadamente diez veces el tamaño de la ciudad de Nueva York.
La destrucción en 2020 sigue siendo mucho mayor que en los años previos a que Bolsonaro asumiera el cargo el 1 de enero de 2019.
Bolsonaro ha debilitado la aplicación de la ley ambiental y pidió más agricultura y minería en la Amazonía para sacar a la región de la pobreza, algo que según los defensores del medio ambiente ha animando la tala de selva.
Se espera que Brasil publique su medida oficial de deforestación de 2020 para fin de año, que suele ser mucho más alta que las cifras preliminares. Esa medida, denominada PRODES, compara las imágenes de satélite de finales de julio de 2020 con las tomadas a principios de agosto de 2019 para detectar talas de bosques.
Hay menos nubes en ese período, por lo que está más despejado para capturar imágenes.
Investigadores del no gubernamental Instituto de Investigación Ambiental de la Amazonía (IPAM) dicen que se prevé que PRODES muestre un aumento dramático a más de 14 mil kilómetros cuadrados deforestados para 2020 en comparación con 10.129 kilómetros cuadrados para 2019. La cifra representaría probablemente la mayor deforestación desde 2006.
Los datos separados del Inpe también muestran que los incendios, que generalmente se establecen para despejar la tierra para uso agrícola después de talar los árboles, aumentaron un 20% en el Amazonas desde el 1 de enero hasta el 12 de noviembre, en comparación con el mismo período hace un año, la mayor tasa en una década.
ICA