Las más grandes escuelas de samba en Río de Janeiro anunciaron que se llevarán a cabo los tradicionales desfiles el 10 y 11 de julio del próximo año, siempre y cuando ya exista una vacuna contra el Covid-19. En septiembre se había anunciado la cancelación de los desfiles que ocurrirían en febrero de 2021.
En una reunión plenaria del pasado 16 de noviembre, los realizadores del carnaval expresaron su apoyo a la propuesta para realizar los desfiles en la primera quincena de julio. En la reunión la Liga de las Escuelas de Samba del Grupo Especial (Liesa) dijo que a pesar de posponer el evento a julio la fecha no es definitiva.
El presidente de Liesa Jorge Castanheira, dijo a medios que la idea era poder tener un desfile “competitivo” en julio y que la posibilidad que se plantearon era la de llevarlos a cabo el 10 y 11 de julio. “Por eso les comunicamos a las escuelas que ya pueden buscar el patrocinio y comenzar a prepararse para que todas estén listas”.
Hizo énfasis en que la seguridad sanitaria era lo más importante para las escuelas de samba y por eso los protagonistas del Carnaval son asesorados por especialistas de la Universidad Federal de Río de Janeiro y por la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), considerada una de las principales instituciones de investigación de salud pública del mundo.
“Estamos trabajando con las informaciones que hemos obtenido de los especialistas pero queremos estar listos para realizar los desfiles en julio, desde que contemos con la vacuna y un calendario de inmunización”.
El carnaval de Brasil es un festival celebrado anualmente en ese país, a finales de febrero o principios de marzo. Corresponde a la versión nacional del carnaval, que se festeja entre la tarde del viernes (47 días antes de Pascua) y el miércoles de ceniza al mediodía, 40 días antes de la Semana Santa), esto marca el comienzo de la Cuaresma.
El ritmo, la participación y el vestuario varían de una región de Brasil a otra. En las ciudades del sudeste de Río de Janeiro, São Paulo y Vitória, los grandes desfiles son dirigidos por escuelas de samba. Estas procesiones oficiales están destinados a ser vigilados por el público, mientras que las comitivas menores (blocos) permiten la participación del público se pueden encontrar en otras ciudades, como Belo Horizonte, también en la región suroriental.
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