WASHINGTON / DETROIT.- Se esperaba que el estado de Georgia, campo de batalla en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, afirmara el jueves la victoria de Joe Biden sobre Donald Trump después de un minucioso recuento, ya que la campaña de reelección de Trump dijo que retiraba una demanda en Michigan.
El funcionario a cargo de implementar los sistemas de votación de Georgia, Gabriel Sterling, le dijo a Fox News que la auditoría y el recuento del estado estaban casi completos y en camino de verificar la ventaja de Biden. Calificó las acusaciones de irregularidades en los votantes como “caracterizaciones erróneas salvajes”.
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“La parte buena fue: la auditoría hizo su trabajo” al encontrar algunos pequeños lotes de votos no contados que se estaban contando esa mañana, dijo. “El recuento va muy bien”.
En el Colegio Electoral estado por estado que determina al ganador de las elecciones, Biden, un demócrata, ha obtenido 306 votos electorales frente a los 232 del republicano Trump, muy por delante de los 270 necesarios para la victoria. El ganador en cada estado recibe los votos electorales de ese estado, un número aproximadamente proporcional a la población.
La campaña de Trump ha presentado demandas en varios estados con escaso éxito hasta ahora. Esas mociones legales, salpicadas de errores fácticos, han sido descartadas por la campaña de Biden como “teatrales”.
El abogado de Trump, Rudy Giuliani, dijo el jueves que la campaña retiraba su demanda impugnando los resultados de la votación en Michigan, donde esta semana Biden fue certificado como el ganador en una serie de eventos enredados.
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Dos miembros republicanos de la junta de escrutinios del condado de Wayne votaron inicialmente el martes para bloquear la certificación del voto antes de revertir su decisión después de una reacción pública airada.
Pero ambos firmaron declaraciones juradas el miércoles para cancelar su confirmación de la victoria de Biden, diciendo que habían cambiado de posición bajo presión. Un portavoz de la oficina del secretario de estado de Michigan dijo que la declaración posterior a los hechos no impidió que las boletas fueran certificadas.
Una de las dos, Monica Palmer, confirmó el jueves por mensaje de texto a Reuters que Trump la había llamado para registrarse después de la certificación de la votación.
Trump tiene un número cada vez menor de opciones para revocar los resultados de una elección en la que Biden ganó 5.8 millones de votos más en todo el país. Biden debe prestar juramento el 20 de enero.
Los críticos dicen que la negativa de Trump a ceder tiene serias implicaciones para la seguridad nacional y la lucha contra el Coronavirus, que ha matado a más de 250 mil estadounidenses.
Entre otras preocupaciones, la administración ha retenido los fondos y las autorizaciones de seguridad para el personal de Biden para facilitar la transición presidencial.
‘UN PROBLEMA MÁS PROFUNDO’
En Pensilvania, donde Biden ganó por 82 mil votos, la campaña de Trump le pide a un juez que lo declare ganador allí, diciendo que su legislatura controlada por los republicanos debería elegir a los 20 votantes del Colegio Electoral del estado.
En Wisconsin, la campaña de Trump ha pagado o un recuento parcial, aunque los funcionarios electorales allí dicen que probablemente solo se sumará a la ventaja de 20 mil votos de Biden en un estado que tiene 10 votos electorales.
Varias firmas de abogados prominentes se han retirado de la operación legal de la campaña de Trump, dejando al abogado personal de Trump, Giuliani, para encabezar los esfuerzos.
Trump dijo en Twitter el jueves que los abogados discutirían un “camino viable hacia la victoria” en una conferencia de prensa al mediodía ET (1700 GMT).
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Los funcionarios electorales estatales y federales, así como los expertos externos, dicen que el argumento de Trump de que las elecciones le fueron robadas por un fraude electoral generalizado no tiene base de hecho.
Sin embargo, parece estar afectando la confianza del público en la democracia estadounidense. Una encuesta de opinión de Reuters / Ipsos publicada el miércoles encontró que aproximadamente la mitad de los republicanos creen que Trump “ganó legítimamente” las elecciones.
La principal funcionaria electoral de Arizona, la demócrata Katie Hobbs, dijo que ella y su familia habían recibido amenazas violentas e instó a Trump a dejar de poner en duda el resultado, en el que perdió por poco más de 10 mil votos.
“(Las amenazas) son un síntoma de un problema más profundo en nuestro estado y país: el socavamiento constante y sistemático de la confianza entre nosotros y nuestro proceso democrático”, dijo Hobbs en un comunicado.
Trump, que se ha mantenido en gran parte en la Casa Blanca y se ha mantenido fuera de la vista del público desde las elecciones, no tiene eventos públicos programados para el jueves.
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CT