Foto: Portal SDSS Para separar las estrellas de la "galaxia fósil" de las otras de la Vía Láctea, el equipo utilizó el instrumento APOGEE  

Un grupo de científicos que trabajan con datos del Experimento de Evolución Galáctica del Observatorio Apache Point (APOGEE) de Sloan Digital Sky Surveys, han descubierto una “galaxia fósil” escondida en la Vía Láctea.

Este descubrimiento fue publicado este 20 de noviembre en el Monthly Notices of the Royal Astronomical Society y el resultado puede alterar la comprensión de cómo la Vía Láctea se convirtió en la galaxia que conocemos hasta el día de hoy.

Esta “galaxia fósil” pudo haber chocado con la Vía Láctea hace diez mil millones de años, cuando nuestra galaxia se encontraba en una fase “joven”. Los astrónomos la nombraron ‘Heracles’, en honor al antiguo héroe griego en donde el mito dice que recibió inmortalidad cuando se creó la Vía Láctea.

Podría interesarte: Astrónomos detectan conjunto de galaxias en agujero negro supermasivo

Los restos de ‘Heracles’ representarían un tercio del halo esférico de la Vía Láctea, un porcentaje grande del halo galáctico, pero no fue ubicado debido a que estaba en las profundidades de nuestra galaxia.

“Para encontrar una galaxia fósil como esta, tuvimos que observar la composición química detallada y los movimientos de decenas de miles de estrellas”, destacó Ricardo Schiavon de la Universidad John Moores de Liverpool (LJMU) en el Reino Unido.

“Eso es especialmente difícil de hacer para las estrellas en el centro de la Vía Láctea, porque están ocultas a la vista por nubes de polvo interestelar. APOGEE nos permite atravesar ese polvo y ver más profundamente que nunca en el corazón de la Vía Láctea”, agregó.

Ayuda del instrumento APOGEE

APOGEE toma espectros en luz infrarroja de estrellas que quedan oscurecidas por el polvo interestelar. Durante diez años, APOGEE ha medido los espectros de más de medio millón de estrellas en toda la Vía Láctea, incluido su núcleo previamente oscurecido por el polvo.

Por su parte, el estudiante de posgrado Danny Horta de LJMU y autor principal del artículo explicó que “es necesario examinar una cantidad tan grande de estrellas para encontrar estrellas inusuales en el corazón densamente poblado de la Vía Láctea, que es como encontrar agujas en un pajar”.

Para separar las estrellas de la “galaxia fósil” de las otras de la Vía Láctea, el equipo utilizó tanto las composiciones químicas como las velocidades de las estrellas medidas por el instrumento APOGEE.

“De las decenas de miles de estrellas que observamos, unos pocos cientos tenían composiciones químicas y velocidades sorprendentemente diferentes.

“Estas estrellas son tan diferentes que solo podrían haber venido de otra galaxia. Al estudiarlas en detalle, podríamos rastrear la ubicación precisa y la historia de esta galaxia fósil”, destacó Horta.

“Heracles” representaría un tercio de todo el halo de la Vía Láctea

Las estrellas que originalmente pertenecían a “Heracles” representaría aproximadamente un tercio de la masa de todo el halo de la Vía Láctea en la actualidad, lo que sugiere que esta antigua colisión, recién descubierta, pudo haber sido un evento importante en la historia de nuestra galaxia.

“Como nuestro hogar cósmico, la Vía Láctea ya es especial para nosotros, pero esta antigua galaxia enterrada en su interior la hace aún más especial”, dice Schiavon.

En tanto, Karen Masters, portavoz de SDSS-IV comentó que “APOGEE es una de las encuestas emblemáticas de la cuarta fase de SDSS, y este resultado es un ejemplo de la ciencia asombrosa que cualquiera puede hacer, ahora que casi hemos completado nuestros diez años de misión “.

Podría interesarte: Científicos descubren una misteriosa “señal de radio” proveniente de un objeto de La Vía Láctea

 

EAM