“Pensé que moriría, pues cada día que pasaba me ponía peor y pensaba que no me volvería a levantar, tras cuatro meses, logré recuperarme; sin embargo, tengo secuelas como dolor de cabeza, cuerpo y huesos”, así lo expresó Patricia Castillo Jiménez, quien aseguró que en los inicios de la pandemia ella no creía en el Covid-19, “nos quieren asustar”.
En una entrevista con 24 HORAS, relató que sólo hasta que ella se contagió su perspectiva cambió, pues necesitó de tanques de oxígeno y optó por recibir el tratamiento en su hogar.
Fue el 9 de junio cuando esta habitante de Ecatepec, Estado de México, sintió un fuerte dolor de cabeza que, en un principio, dejó pasar al padecer migrañas constantes.
Sin embargo, varios días después el malestar no disminuía y además, comenzó a presentar fiebre, dolor en los huesos y cansancio, por lo que acudió con varios médicos, quienes le diagnosticaban gripe y sólo le enviaban tratamiento para contrarrestar el resfriado.
Luego de pasar por varios médicos, uno le comentó que debido al nivel de oxigenación que presentaba podría tener Covid-19, por lo que le recomendó acudir a un hospital para su atención; pero ella se negó y pidió un tratamiento adecuado para ella y su hijo y esposo.
Patricia manifestó que, en total, gastó 10 mil pesos aproximadamente. Ahora, comentó, procura salir sólo a realizar las actividades necesarias.
EAM