Una joven trans nacida con genitales masculinos y criada como un niño logró superar las probabilidades y quedar embarazada luego de descubrir que tenía órganos internos femeninos.
Se trata de Mikey Chanel, quien en la actualidad vive su segundo trimestre de gestación y se siente “más mujer que nunca”.
Hace alrededor de un año, Mikey fue diagnosticada con síndrome del conducto mülleriano persistente (PDMS), una condición poco común en la que la persona tiene genitales externos masculinos y órganos reproductores femeninos internos.
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Chanel tiene 18 años y dijo a los medios que desde siempre se sintió alguien que no era y ahora que tiene la respuesta está más que feliz.
“Era obvio para todos que yo era diferente desde el principio. Nunca me sentí como un niño. Yo era bastante afeminada y nunca pasé por un proceso de ‘pubertad’ como otros hombres. Solo tengo un poco de vello facial y siempre he tenido un cuerpo con forma femenina”, aseguró.
A los 13 años, Mikey tomó la decisión de declararse homosexual, pero luego comenzó a tener dudas internas sobre si podía ser trans.
A sus 14 años fue diagnosticada con PMDS, esto luego de someterse a exámenes médicos rutinarios por sentir una sensación extraña al orinar y tener relaciones sexuales.
“Así que me hicieron una ecografía de mi tracto urinario. Ahí me dijeron que tenía cuello uterino, ovarios, útero y trompas de falopio y que si quería, podría embarazarme”, incluso, pensó en un principio se trataba de una mala broma, “pero luego me mostraron mi útero en la pantalla”.
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Tras descubrir esto, los médicos recomendaron a Mikey que se sometiera a una histerectomía inmediata, ya que las personas que padecen PDMS son vulnerables a tener cáncer o tumores; “mis partes masculinas se volvieron infértiles, pero me dijeron que mis ovarios estaban funcionando. Tras estar en estado de shock durante un par de semanas me di cuenta de que no podría tener un hijo a menos que lo tuviera yo misma y pronto”.
Mikey decidió ser madre, por lo que tuvo que someterse a una serie de procedimientos de fertilidad, incluido el ICSI, en el que inyectan espermas de donantes directamente en un óvulo para crear un embrión fertilizado.
Mediante un procedimiento laparoscópico llamado “ZIFT”, los expertos colocaron embriones en la trompas de falopio, pero debido a que Chanel no tiene una abertura vaginal, se implementaron tres embriones fertilizados en su trompa de falopio a través de una cavidad abdominal.
“Me dijeron que solo había un 20% de posibilidades de que funcionara, pero funcionó”, reveló la joven emocionada por esperar a un pequeño varón.
Cabe resaltar que sus médicos le recetaron estrógeno para ayudarle con el embarazo.
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