Tanto se ha hablado de la ausencia de estado de derecho como el origen de nuestros principales males que el término se ha convertido en lugar común, en una especie de frase de relleno en los discursos oficiales. Para entender con mayor claridad el alcance de las constantes violaciones a este concepto, Luis de la Calle publica el libro La economía de la extorsión, en el que presenta un amplio panorama de los efectos que tiene en México este recurrente fenómeno.

Economista por el ITAM, doctor por la Universidad de Virginia y negociador de los principales acuerdos comerciales que México ha suscrito en el plano internacional, De la Calle centra su análisis en el concepto de extorsión y el estrecho vínculo que existe entre ésta y la impunidad, con un impacto directo en la ralentización del desarrollo en todo el país.

El hoy consultor y analista económico se refiere a la extorsión en todas sus modalidades y en cada una de sus expresiones cotidianas: el franelero que ejerce presión en los automovilistas para guardar un lugar de estacionamiento a cambio de no rayar los coches, el comerciante que se ve obligado a sobornar a las autoridades para obtener un permiso, los sindicatos que ejercen presiones para no irse a huelga, los malos manejos en las licitaciones públicas, la corrupción en los cuerpos policiacos y un sinnúmero de ejemplos que orillan a los pequeños y medianos empresarios a mantenerse en el terreno de la informalidad.

De la Calle advierte que la impunidad genera un clima ideal para la extorsión, que inhibe la creación de empleos formales y desalienta el ingreso a la formalidad, en la cual, apunta, se multiplican las posibilidades para el chantaje.

Con una extensa variedad de fuentes, el libro editado por Penguin Random House concluye que México ha visto limitado su crecimiento económico debido a la ausencia de incentivos para el intercambio y las limitantes provocadas por el clima de extorsión en el que estamos sumergidos.

La competitividad se ha visto seriamente afectada por este problema estructural que bien dibuja Luis de la Calle. Ésta, apunta el autor, sólo se da en un ecosistema en el que las empresas puedan competir entre sí, generar empleos e innovar, ante lo cual la extorsión se presenta como el principal rival. Los efectos perniciosos de este fenómeno se traducen en inversiones amedrentadas, afectaciones a las transferencias tecnológicas, reducción de la creatividad e impacto en el desarrollo regional. Es decir, en un alto costo para la inversión privada.

El detallado diagnóstico que hace Luis de la Calle está acompañado por una serie de recomendaciones y recetas para hacer frente a este problema. Ello hace de La Economía de la extorsión una lectura obligada en estos tiempos de cambio y transformaciones, que no en todos los escenarios han ido en la dirección correcta.

Leer a De la Calle se torna, hoy más que nunca, necesario para una mejor comprensión de las circunstancias que nos ha tocado vivir y de los caminos que podemos tomar para salir adelante.

Segundo tercio. Buenas noticias. La actividad económica logró incrementarse en un 12.1% durante el tercer trimestre de este año, de acuerdo con datos del INEGI dados a conocer ayer. Fuerte contraste con la caída del 18.7% en el segundo trimestre.

Tercer tercio. Este repunte se explica por la reapertura de diversas actividades económicas, el relajamiento del distanciamiento social, un incremento en la demanda externa y una mayor tasa de empleos.

                                                                                                                 @EdelRio70