La Guardia Civil investiga la muerte de dos osas en Palencia y Huesca, (España) hecho que representa un delito de caza contra la flora, la fauna y los animales domésticos ya que la especie se encuentra en peligro de extinción.
En el primer caso se tiene identificado a un probable culpable, quien es vecino de la localidad de Velilla del Río Carrión. Según el instituto armado, la hembra fue abatida durante una cacería autorizada en una reserva regional, ya que supuestamente la confundieron con un jabalí.
Los agentes tomaron la declaración de los participantes en otra cacería que se realizó en el municipio de Valle de Bardají, uno de ellos alegó que realizó tres disparos en defensa propia, según lo indica el gobierno aragonés.
Sarousse era el nombre la osa que se establecía en la Ribagorza aragonesa desde 2010, al parecer los perros que acompañaban al cazador motivaron su salida y entonces recibió varios disparos a corta distancia.
Tras el incidente se canceló la cacería y se avisó a la Guardia Civil quien confirmó la muerte del animal. La osa pardo fue vista con vida por última vez el pasado mes de septiembre en la zona de Espés Alto, de acuerdo con el portal español Público.
Según datos del gobierno aragonés, poco después de la muerte de la osa el autor de los disparos relató a las autoridades que, a pesar de hacer ruidos para alejar al animal, continuó hacia él y por ende tuvo que efectuar varios disparos para protegerse de un posible ataque.
Se trasladó el cadáver del animal para su análisis y estudio a los laboratorios del Centro de Recuperación de Animales Silvestres de Burgos.
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