El primer ministro británico, Boris Johnson, cantó victoria, pero en voz baja: “Gradualmente, esto hará una gran, gran diferencia. Pero enfatizo, gradualmente, porque aún no lo hemos logrado. Aún no hemos derrotado este virus”.
El secretario de Salud, Matt Hancock, dijo que espera que millones sean vacunados para fines de año.
Sin embargo, instó a la gente a seguir respetando las normas de distancia social al menos hasta la primavera boreal, cuando espera que los más vulnerables hayan sido inoculados.
Reino Unido ha ordenado suficientes suministros de la inyección Pfizer-BioNTech para vacunar a 20 millones de personas en un país de 67 millones. Los desarrolladores dijeron que la vacuna tuvo una eficacia del 95% en la prevención de la enfermedad en los ensayos de etapa final.
Rusia y China ya han comenzado a proporcionar vacunas candidatas de producción nacional a sus poblaciones, aunque antes de que se hayan completado los ensayos finales de seguridad y eficacia.
Se espera que estén disponibles unas 800 mil dosis en Reino Unido durante la primera semana, con prioridad para los residentes y cuidadores de hogares de ancianos, los mayores de 80 años y algunos trabajadores de servicios de salud.
Hancock afirmó tener un “alto grado de confianza” en que el país recibirá otro lote de la vacuna la próxima semana.
“Sé que nuestras puertas están a punto de reventar con los pacientes, así que yo más que nadie quiero que ocurra rápidamente”, dijo Ami Jones, una consultora hospitalaria de cuidados intensivos de Gales que recibió la inyección antes de ir al trabajo.
Reino Unido es relativamente pequeño y con buena infraestructura. Sin embargo tiene desafíos logísticos en la distribución de la vacuna, que solo dura cinco días en un refrigerador normal.
La tercera vacuna con ensayos exitosos, desarrollada por AstraZeneca y la Universidad de Oxford, es la que ofrece más esperanzas para muchos países en desarrollo, pero tiene pendientes más estudios luego de resultados contradictorios respecto a su porcentaje de eficiencia.
LEG