La oposición encontró en la pandemia la mejor arma para atacar a la 4T. Le apostaron a la muerte de la población para decir que tenían la razón y que ellos son mejores. Ningún Gobierno del mundo salió bien librado de este mal, y en México hubo a quienes sólo les faltó decir que la pandemia era producto de la llegada de López Obrador.

Ahora apareció la vacuna, y el desastre anunciado por la oposición simplemente no ocurrió. Hubo pronósticos y noticias falsas que fueron descubiertas puntualmente. Como sucedió con las imágenes de otros países que algunos intentaron hacer creer que se trataba de México, como los cadáveres en la calle en Ecuador, o los hospitales atendiendo a pacientes en el suelo, en Perú. Nada de esto sucedió aquí y la última alternativa de los que le apostaron a la pandemia como arma ideológica y como logro partidista es ahora descalificar la vacuna.

El manejo de la pandemia, que causó demandas penales contra el sector Salud de México, fue merecedor del reconocimiento de varios países y organizaciones internacionales, pero en algunos medios se impedía ese tipo de información porque hubo medios que hicieron equipo con la oposición y lo siguen haciendo y ahí es donde radica un grave peligro para los mexicanos.

Lo que se ha contagiado es el supuesto conocimiento entre epidemiólogos improvisados, que, al encontrar un enemigo común, en esta ocasión el Gobierno, se contagian más de resentimiento que de conocimiento y van con todo contra algo que debería darles alegría. Pero la muerte de los mexicanos fue una apuesta fuerte ante la carencia de argumentos y debido a la flojera de hacer política cuando estaban acostumbrados a trabajar lo mínimo y a ganar lo máximo.

La llegada de la vacuna debe unir a México y no continuar con una división creada por el rencor de haber perdido los privilegios junto con las elecciones. La vacuna es bienvenida, de hecho, los primeros en querer vacunarse serán los miembros de la oposición. Pelearán adelantarse a los tiempos de vacunación que les corresponden para que les sea aplicado un medicamento que aseguran no sirve. Faltan unos meses para ver vacunarse, en los medios, a quienes ahora descalifican su adquisición.

La vacuna requiere de una temperatura de 70 grados bajo cero, en México se elaboran las cápsulas para guardar y transportar la vacuna. Lo cual es un hecho memorable, así como la situación de que nuestro país sea de los primeros en el mundo por aplicarla, pero eso no se dice en los medios.

En Inglaterra la aplicación de la vacuna es motivo de fiesta nacional, los ingleses están unidos por la salud de sus connacionales y de su economía; sin embargo, en México hay tristeza entre los enemigos del Gobierno porque aseguran que la vacuna puede matar a la gente cuando en realidad no vacunarse es causa de muerte porque el virus sigue, la inmunidad es la que llega. El virus no se va porque llegó la vacuna, hay que vacunarse.

PEGA Y CORRE. – Ahora que Sinaloa se está librando de la violencia, ahora llega la violencia contra los mineros en lugares como la mina San Rafael, Cosalá, donde intereses económicos y políticos violentan los derechos de los mineros hasta poner en riesgo su vida. Es hora de voltear a verlos… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.

 

                                                                                             angelalvarop@hotmail.com