El Rector de la UDLAP Jenkins Graduate School, doctor Luis Ernesto Derbez Bautista, felicitó a los 35 alumnos que este viernes se graduaron en diversas maestrías de la institución y se congratuló por su dedicación y esfuerzo que les permitió alcanzar su grado académico, a pesar de los efectos que ha traído consigo la pandemia.
En la ceremonia, realizada de forma virtual, recibieron su grado de Maestría 35 graduandos, entre los que se reconoció a quienes obtuvieron su título con los Honores Summa Cum Laude, Magna Cum Laude y Cum Laude, en las maestrías de Gestión y Liderazgo en Instituciones educativas, Finanzas, Defensa Fiscal, Gobernanza Global e Impuestos.
La Coordinadora general Académica, María de la Luz Jiménez Núñez, les dirigió el mensaje por parte de la udlap Jenkins Graduate School y les exhortó a que sean profesionales comprometidos con el desarrollo del país, con responsabilidad, dedicación, empatía e inclusión.
Cada profesor –dijo la académica– se convirtió en cierta forma también en aprendiz y en algunos casos le tocó ampliar sus conocimientos de tecnología y hasta de pedagogía, enseñando nuevas experiencias de aprendizaje a fin de estar presente para todos y cada uno de los alumnos, a pesar de la distancia.
En los momentos más difíciles del ser humano –agregó– es cuando se define el verdadero carácter. Los logros que han alcanzado bajo estas condiciones, además de ser muy admirables, serán parte de las experiencias vividas que forjarán sus caminos. Todo el sacrificio y trabajo valió la pena, ya que ahora se encaminan al próximo capítulo de sus vidas, celébrenlo, siéntanse orgullosos de ustedes mismos y nunca dejen que alguien les diga que no se puede.
La Coordinadora Académica agradeció a los alumnos, a los profesores, a todo el personal que apoyó en la tecnología y “a todos los que contribuyeron a que este tren no se detuviera. Este 2020 ha sido un año de retos inesperados. Para algunos, con experiencias duras y dolorosas, indudablemente para todos, un año en que nos enfrentamos a una nueva manera de vivir, convivir, aprender, trabajar”.
Estos nueve meses, refirió María de la Luz Jiménez, han sido tiempos de romper paradigmas, de reinventarnos, priorizar, aprender a relacionarnos con quienes están lejos, pero también aprender a relacionarnos de otra forma con quienes antes teníamos cerca, y ahora no podemos frecuentar.
Estamos en una nueva época en la que somos conscientes de la importancia de los derechos humanos, de la hipoteca social de la equidad de género y de oportunidades. Así que aquí están las buenas noticias, cada vez hay más personas que se están moviendo. Si alguna vez ha habido un grupo de personas que estén preparadas para vivir los retos que el mundo está enfrentando, esos son precisamente nuestros graduandos, expresó la académica.
Al dirigirse a los graduandos les dijo que no se rindan, que no permitan que la tormenta que nos azota hoy empañe la mirada hacia sus proyectos, un futuro en el que habrán de definirse más fuertes, más sensibles hacia el dolor ajeno, y a la necesidad del bienestar colectivo. Les ha tocado ser parte de la historia, protagonistas de un tiempo de cambios y nuevas realidades.
Este año no ha sido para obtener lo que queremos, sino para apreciar lo que tenemos. Las situaciones no esperadas nos ayudan a valorar lo realmente importante y dar una nueva perspectiva a nuestras vidas. La resilencia en ingeniería es la capacidad de un cuerpo de resistir a la fuerza de un gran impacto. Este mismo término, desde la perspectiva del desarrollo humano se aplica a cada uno, se trata de que cada generación sea resilente para poder hacer lo que está en sus manos a fin de salir adelante ante los problemas que deberán enfrentar, expuso la Coordinadora General Académica María de la Luz Jiménez Núñez.
fahl