Los padres se reunieron el domingo en una escuela secundaria en el estado de Katsina, en el noroeste de Nigeria, y suplicaron a las autoridades que salvaran a cientos de niños secuestrados por hombres armados.

El ejército había intercambiado disparos con una pandilla que se llevó a los estudiantes de la escuela de ciencias del gobierno para varones en Kankara, dijo un portavoz del presidente el sábado por la noche, pero los padres dijeron el domingo que habían escuchado poco más sobre el destino de sus hijos.

Abubakar Lawal vino de Zaria, una ciudad a 120 kilómetros (75 millas) al sur de Kanara, después de enterarse de que dos de sus tres hijos en la escuela estaban entre los desaparecidos.

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“Desde ayer estuve aquí, rezando para que el Todopoderoso Alá rescatara a nuestra gente”, dijo fuera de los polvorientos terrenos de la escuela.

Uno de sus hijos desaparecidos, Buhari, de 17 años, recibió el nombre del presidente Muhammadu Buhari, originario del estado de Katsina. Anas, de 16 años, también estaba desaparecido. Lawal dijo que el director de la escuela se dirigió a los padres y les dijo que oraran.

Murja Mohammed, cuyo hijo fue secuestrado, pidió ayuda a las autoridades.

“Si no es el gobierno el que nos ayudará, no tenemos poder para rescatar a nuestros hijos”, dijo a Reuters.

La oficina del presidente se negó a comentar y remitió las consultas a la policía. Los militares y la policía no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios.

Algunos niños vistos por Reuters dijeron que habían escapado del bosque donde los hombres armados los llevaron, pero no estaba claro de inmediato cuántos permanecían en cautiverio o qué quería el grupo.

Los ataques de bandas armadas, comúnmente conocidas como bandidos, son comunes en todo el noroeste de Nigeria. Los grupos suelen atacar a los civiles, robándolos o secuestrándolos para pedir un rescate. Los militantes islamistas, que atacan objetivos civiles y de seguridad, son más comunes en la parte noreste del país.

Existe una creciente indignación por la precaria situación de seguridad en Nigeria, la nación más poblada de África. A fines del mes pasado, militantes islamistas mataron a decenas de agricultores en el estado nororiental de Borno, decapitando a algunos de ellos.

 

DAMG