Jorge, quien trabaja en una empresa de textiles, se realizó una supuesta prueba Covid-19 que compró a
un conocido, la cual le marcó un resultado negativo; sin embargo continuaba con síntomas como tos
seca, dificultad para respirar, fiebre y estornudos.
Optó por hacerse la prueba en uno de los macroquioscos que dispone el Gobierno de la Ciudad de México, ahí el resultado fue positivo.
El trabajador comenta que le vendieron una prueba falsa, pues su conocido desconoce si el producto
que vende tiene autorización sanitaria.
Raúl Sapién, presidente del Consejo Nacional de Seguridad Privada (CNSP), dijo a 24 HORAS que han detectado que grupos criminales han comenzado a distribuir pruebas falsas, en especial la Familia Michoacana.
Detalló que el CNSP ha detectado que es principalmente en tianguis de la alcaldía Gustavo A. Madero
e Iztapalapa donde se comercializan estas pruebas.
Mencionó que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ha generado seis alertas por falsificación de pruebas Covid.
“Se genera un resultado falso porque esas pruebas son falsas, y pues una persona que está infectada
con este virus es un foco de contagio y por ende va a seguir contagiando a otras personas”, destacó.
Las principales rutas en donde convergen la mayor influencia de actividad delictiva de este tipo de insumos se tiene en Michoacán, Puebla, Estado de México y Ciudad de México.
Recordó que no solo son pruebas falsas lo que se comercializa, si no también cubrebocas KN-95, gel antibacterial y medicamentos de cualquier tipo.
AR