Los estereotipos y desinformación sobre el autismo siguen obstaculizando la inclusión escolar de los niños que viven con esta condición, afirmó Erika Miranda, integradora educativa del Centro Autismo Teletón (CAT).
“A los maestros les exigen que tienen que entregar contenidos, que el niño tiene que cubrir ciertos objetivos y esto les estresa demasiado. Entonces allí entramos nosotros para explicarles sobre los ajustes razonables, donde si el niño no aprende a leer o escribir, no importa pero sí establecemos objetivos distintos”, detalló la especialista en entrevista con 24 HORAS.
Pese a que el Artículo 3 de la Constitución indica que todas las personas con discapacidad tienen derecho a la educación, quedan muchas barreras que lo imposibilitan, como el hecho de que algunos centros educativos continúan haciendo diferenciaciones, pues exigen que el pequeño sea acompañado por una maestra de apoyo.
La especialista explicó que al exigir la presencia de una maestra sombra, las instituciones educativas se deslindan de brindarle una educación al niño, lo que significa un gasto extra para las familias, que en su mayoría, no pueden costear fácilmente.
Sobre la modalidad en línea que llegó con la pandemia, reconoció que ha sido difícil porque lograr captar la atención de los niños es un reto, sin embargo, esto ha permitido que las terapeutas exploten una enseñanza creativa, desde videos a juegos como “cien niños CAT dijeron”, o tomar cursos para adaptarse a las nuevas tecnologías.
Por otra parte, aseguró, la virtualidad trajo un gran beneficio, pues no tener que desplazarse ha provocado un incremento significativo en los maestros inscritos a sus capacitaciones, pasando de tener de uno a dos profesores por escuela a toda la plantilla.
Para lograr una integración educativa real, el Centro de Autismo Teletón atiende actualmente a 200 pequeños desde los dos hasta los ocho años.
LEG