Cuba rechazó el martes un informe de las Academias Nacionales de Ciencias de Estados Unidos que vincula a microondas de alta potencia con una serie de incidentes de salud sufridos por sus diplomáticos en La Habana.
El Comité Permanente, creado por las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina de Estados Unidos, concluyó la semana pasada que la energía de radiofrecuencia pulsada y dirigida es el “mecanismo más plausible” para explicar los misteriosos incidentes ocurridos a sus diplomáticos en Cuba y en menor medida en China.
“La Academia de Ciencias de Cuba discrepa sobre la conclusión final acerca de las causas de los padecimientos, aunque reconoce que el reporte avanzó en definir la caracterización médica de las causas y emitió recomendaciones válidas”, dijo Luis Velázquez, presidente de la Academia de Ciencia de Cuba.
En una declaración leída a periodistas, el neurólogo dijo que “el informe no proporciona evidencias científicas que existieran ondas de radiofrecuencia de gran intensidad en el área donde se ubicaron los diplomáticos” y apuntó que se podría considerar una hipótesis “poco probable, y ciertamente no un hecho demostrado”.
A partir de 2017 decenas de diplomáticos estadounidenses y sus familiares en Cuba informaron sobre diferentes padecimientos que incluían pérdida de audición, zumbidos en oídos, vértigo y fatiga, que según Washington es un patrón de una serie de leves lesiones cerebrales, denominado “síndrome de La Habana”.
Cuba rechazó desde el comienzo las acusaciones y las describió como una “calumnia” por parte del gobierno del republicano Donald Trump, quien acusó a La Habana de que sus diplomáticos fueron atacados por algún arma secreta.
El Gobierno cubano destinó desde 2017 a unos 2 mil expertos para que estudiaran lo incidentes, pero “la investigación sobre esos padecimientos de salud ha sufrido falta de comunicación fluida entre científicos estadounidenses y cubanos”, señaló Velázquez.
EFVE