Por Karina Aguilar
Dicen que la realidad supera la ficción, pero para el personal de salud, la saturación de hospitales se ha convertido en una película de terror.
Tener que rechazar pacientes que van en situación crítica por no contar con los ventiladores suficientes para atenderlos, ver que no paran de llegar los enfermos de todas las edades y, al mismo tiempo enterarse que las reuniones, fiestas y “compras de pánico” en centros comerciales no paran, resulta alarmante y frustrante.
Diez meses han pasado desde el inicio de la pandemia de Covid-19 en México y la falta de empatía con quienes todos los días están combatiendo al virus, ha ocasionado que el Valle de México esté nuevamente en un confinamiento obligatorio y en un cierre de actividades, sí, en semáforo rojo.
Pero cómo pedir empatía, si ni al presidente Andrés Manuel López Obrador le gusta usar la palabra, es más asegura que es un término neoliberal.
Cómo pedir empatía, cuando el primer mandatario se rehúsa a ponerse el cubrebocas, porque -asegura- guarda “una sana distancia”.
Cómo podemos pedir empatía, si en plena saturación de hospitales, que por cierto están al borde del colapso, el presidente prefiere pedir que se aceleren los trabajos del Tren Maya, que pedirle a la población el uso adecuado del cubrebocas y no hacer reuniones.
Es lamentable, que la falta de empatía, haya ocasionado que México tenga casi un millón y medio de contagios de Covid-19 y cerca de 120 mil muertes.
La situación por la que atraviesa el país, y en particular los estados del centro no es nada alentadora, este fin de semana, los hospitales en la Ciudad de México y el Estado de México, rebasaron ya, el límite de seguridad de ocupación.
Hagamos nuestra parte y los que sí conocemos la empatía pongámosla en práctica, y si tiene que salir a trabajar, refuerce las medidas preventivas, seamos todos solidarios y evitemos el colapso del sistema hospitalario.
Y en Pregunta Sin Ofensa:
En esta ocasión, el equipo de Pregunta Sin Ofensa, les desea una muy feliz Navidad.
DAMG